Inolvidable

Señor Futbol / Redacción

Sobre la mesa, las Chivas perdieron todas las decisiones, pero en la cancha hicieron valer la que más importaba.

El Clásico Tapatío del Verano 2000, el único que se ha jugado hasta hoy en la historia del futbol mexicano en Liguillas, le dio a Chivas el pase a Semifinales en una serie que terminó sin equipo perdedor.

En ese torneo, al Rebaño lo forzaron a cambiar su horario del mediodía para las 19:00 horas, ya que el Atlas requería unas horas más de descanso, pues entre semana había disputado su partido de Cuartos de Final de la Copa Libertadores, ante el Palmeiras.

La decisión fue cuestionada por Chivas durante toda la semana por no valer de nada su cuarto lugar en la tabla general para que respetaran su horario.

Pero todo terminó con un empate global a 2-2, que le dio a Chivas el pase. Ahí su valió su mejor lugar en la tabla.

Guadalajara y Atlas fueron los dos equipos que más encendieron aquella Liguilla dentro y fuera del campo.

En el duelo de ida el Atlas empezó ganando con un penal cobrado por Juan Pablo Rodríguez, pero en el festejo, el jugador rojinegro se burló de Oswaldo Sánchez y fue expulsado.

El empate lo logró Marco Antonio Ruiz, a un minuto del final, para dejar en suspenso una serie inolvidable que se definió una semana después.

Necesitado de un gol para seguir con vida en el juego de vuelta, el Atlas puso el talento y el empuje hasta conseguirlo mediante Hugo Castillo al minuto 59.

No obstante, Chivas usó más la cabeza, siendo precisamente la de Ricardo Peláez la impulsora del renacimiento rojiblanco en el momento más oportuno, al poner exacto el balón para que el verdugo de los Zorros, "Chima" Ruiz, sólo lo empujara al fondo de las...

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