Instalan plantón
| Autor | Jorge Ricardo |
MÉXICO.- La tarde de ayer acabó con dos grupos enfrentados a gritos, en el campamento del Frente Nacional Anti AMLO (Frena) sobre Avenida Juárez. Religiosos, ruidosos, llenos de encono y fantasiosos, y no se podría negar que los dos eran tan parecidos al Presidente Andrés Manuel López Obrador, el mismo que los había dividido.
La vialidad fue ocupada desde las 11:00 horas por integrantes de Frena, unos mil 500 que llegaron con banderas de México y medio millar de casas de campaña.
Querían acampar en el Zócalo para pedir la renuncia de López Obrador, a quien acusan de querer implantar una dictadura comunista, una exageración si se toma en cuenta que el Presidente no ha mostrado una ideología definida.
Igual que López Obrador, quien se dice liberal, los miembros de Frena no dejaban de hablar de Dios. Traían, además de una mojiganga de diablo con cara de López Obrador, estandartes de la Virgen María y de Cristo Rey, rosarios, "detentes" y escapularios.
Avanzaron desde el Monumento a la Revolución rezando padres nuestros y Aves Marías, y su semejanza con el Presidente religioso no pasó inadvertida.
"Es que Satanás se viste de Luz para engañar a la gente, pero López no es un cristiano, él es Satanás y hay manera de comprobarlo: Dios nos quiere libres y López quiere una dictadura", dijo Rosario Martínez, una señora de Chihuahua, de vestido largo y suéter de estambre, que rezó con las letanías frente a la Alameda.
Los integrantes de Frena protestaban también contra el mal manejo de la economía y de la pandemia de Covid-19, que ha dejado más de 70 mil muertos, así como contra los escándalos de corrupción del Gobierno, pero sobre todo contra la amenaza de un Presidente convertido ya en casi el único poder político.
Frente al Palacio de Bellas Artes los granaderos les bloquearon el paso. "¡Mexicanos: vamos a iniciar nuestro campamento aquí!", gritó al micrófono Gilberto Lozano, líder de Frena.
La retaguardia llegaba hasta Bucareli, tres kilómetros más atrás. Algunos grupos intentaron regresar a Paseo de la Reforma, para imitar el plantón de 48 días que López Obrador puso ahí en 2006, en reclamo a lo que consideró un fraude electoral, pero los granaderos ya habían cortado el paso.
Cuando intentaron colocar casas de campaña en el tramo entre Balderas y Reforma, los granaderos se las recogieron y las echaron en una camioneta.
Desde antes, el plan del Frente parecía improbable. Ocupar el Zócalo durante 30 días y que López Obrador renuncie. Incluso algunos...
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