Interviene suizo el MAZ

AutorOmar Magaña

"Ups, I sid it again", dice con pretendida inocencia una de las piezas del artista suizo Nic Hess, quien transformó el Museo de Arte de Zapopan en un bodegón lleno de pastiches publicitarios.

El dúo capitalino de diseñadores afiliados bajo la personalidad de Zoveck y los locales del colectivo Hematoma le hacen segunda a Hess en el ejercicio de retomar íconos populares, marcas, objetos de todos los días y producir en exceso una suerte de barroco del arte contemporáneo que mantendrá ocupado el museo desde su inauguración, hoy a las 20:30 horas, hasta el 4 de mayo.

"No sabía muy bien lo que iba a hacer", reconoció el suizo.

Él llegó a Guadalajara sólo con viniles de colores, acetatos y hojas bond con logotipos y marcas impresas en su maleta porque estaba seguro de que acá encontraría lo necesario para intervenir dos salas del MAZ con piezas donde el patrón de repetición e incluso el absurdo de la sobreproducción capitalista salta de inmediato.

Ricardo Duarte, director del museo, recordó que cuando Hess se presentó en el MAZ, lo primero que preguntó fue dónde estaba la bodega.

De allí, extrajo los sillones azules con los que formó una gran hilera que ocupa todo un muro de la sala Juan Soriano; encontró también las bases para escultura con las que armó un tótem metálico, y los extinguidores con los que rinde tributo al color rojo que persiste en los logotipos bancarios mexicanos.

El ímpetu productivo que el artista critica del actual sistema económico parece guiar, sin embargo, su actividad creativa, a juzgar por el montaje que hizo para la sala Luis Barragán donde dibujó grandes cruces formadas por logotipos de cadenas de supermercados y hoteles.

Los cuadros que Sonia Romero y Julio Carrasco, de Zoveck, reúnen dentro de "De Tripas Corazón"...

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