Una inversión que trasciende

AutorKarina Suárez

Por tratarse del patrimonio familiar, comprar casa es una de las decisiones más importantes de la vida.

Alrededor de ella se cimientan conceptos como la seguridad, la comodidad y la satisfacción, convirtiéndola en una inversión rentable emocional y económicamente.

Dado que su valor es alto y generalmente supera los ingresos y ahorros de las personas, el primer paso para construir un patrimonio robusto y a largo plazo es analizar las opciones de financiamiento del mercado.

Entre ellas se encuentran los créditos del Infonavit, una prestación que tienen los trabajadores afiliados al Seguro Social; las sociedades de ahorro; las instituciones bancarias, y las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes).

La primera alternativa, el Infonavit, tiene la ventaja de que ofrece los pagos mensuales y las tasas de interés más bajos, de entre el 4 y el 10 por ciento anual, según el salario de cada trabajador.

Precisamente si se va a optar por un préstamo con otra institución de ahorro o financiera, los factores que se deben analizar son las tasas de interés, los plazos de pago, el Costo Anual Total (CAT) e incluso cobros adicionales, como podrían ser los costos de escrituración o seguro de la vivienda.

"Los créditos hipotecarios de alguna forma es lo más sólido que se consigue de parte de los usuarios a la hora de obtener un tipo de crédito", dijo Adriana Romo López, delegada en Jalisco de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras (Condusef).

"Al hipotecario es al (financiamiento) que le dedicamos más tiempo, es en el que sí hacemos comparaciones y es el último que dejamos de pagar".

Agregó que las condiciones varían dependiendo de la institución, aunque en promedio el interés anual se encuentra en un rango de entre 10 y 17 por ciento.

"Habría que hacer un análisis porque a veces la tasa no está tan alta, pero luego te cobran otras cosas que finalmente te elevan ese costo anual", advirtió.

Los cobros adicionales usualmente están estipulados en letras chiquitas y entre ellos figuran las comisiones por apertura, una comisión por administración de la cuenta, anualidades, penalizaciones por morosidad.

En caso de que el interesado recurra a una Sofom, la funcionaria recomendó verificar las oficinas de operación y que el contrato de adhesión y registro de comisiones esté dado de alta ante la Condusef.

Luis Eduardo de León, director de la Carrera de Administración Financiera en el Tec de Monterrey Campus Guadalajara, explicó que este tipo de créditos son financiamientos a largo plazo, con mínimo de riesgo, ya que queda amparado como forma de pago del mismo el bien inmueble.

"El riesgo en este caso está bastante bien soportado porque el préstamo que recibimos va en función de un avalúo de la propiedad y de un porcentaje sobre esa propiedad", comentó.

El catedrático mencionó que como en cualquier crédito, en el hipotecario también existen dos montos de intereses: el nominal y el CAT.

Este último es...

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