Irrumpen en otros géneros
| Autor | Oscar Cid de León |
Los estereotipos pesan, y una mujer resulta poco identificada cuando el tema que se pone sobre la mesa refiere a extraterrestres, robots y viajes en el tiempo; vampiros, zombies y hombres lobo; guerreros, magos y dragones; asesinos seriales, narcos y mucha sangre. Pareciera que su mundo es otro...
Y es otro hasta que levantan la mano algunas autoras que deciden adentrarse en la ciencia ficción, el terror, la fantasía, la novela negra o policiaca, géneros frecuentados por los hombres.
Un caso actual destacado es el de Verónica Murguía y su novela Loba, que acaba de ganar el Premio Internacional de Literatura Juvenil Gran Angular 2013 de la Editorial SM, el más importante del idioma.
Las mujeres, considera la autora, suelen ir a contracorriente al dedicarse a géneros que de por sí van a contracorriente dentro de la literatura mexicana. Y es que la crítica los ningunea, incluso al calificarlos como subgéneros.
"Mientras en otros países, el fantasy, el terror, la ciencia ficción, tienen mucha vitalidad, aquí no tanto", lamenta Murguía, quien se enfoca en lo fantástico: "Tal vez se deba a la urgencia de los problemas que padecemos. Tal vez la gente lo que busca es la verdad".
Y si el panorama de por sí es pobre en México en cuanto a autores hombres, en mujeres la presencia es casi nula en el género de Murguía, la fantasía, que no es lo mismo que la ciencia ficción.
"Somos una minoría dentro de una minoría", a decir de Raquel Castro, quien navega entre el horror y la literatura dark. Según su parecer, sólo unas dos mujeres de cada 10 hombres se adentran en estos géneros, a lo mucho.
"Creo que las mujeres escriben mucho, pero hay cierta costumbre porque escriban cosas más íntimas, y es una cuestión de educación", señala Castro: "Y es que si alguien te lee de repente un cuento de un zombie que le abre la cabeza a una persona y se come los sesos, te preguntan que porqué escribes eso, que por qué no de unicornios".
Para Adriana Díaz Enciso, quien ha abordado el horror, y en ello a seres bebedores de sangre, el hecho de que las autoras no aborden comúnmente géneros como el suyo se debe, más que nada, a tradición, aunque el panorama está cambiando.
"La literatura de horror tiene sus orígenes en el romanticismo europeo y una vertiente del mismo que no tocó a España (...) Ahora el género se ha extendido, tiene un público universal y será interesante ver qué nuevas tradiciones se van formando en países como México", expresa.
Pero que nadie se atreva a...
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