Isabel Sepúlveda / Costosos caprichos

AutorIsabel Sepúlveda

Hasta hoy, nadie puede dar argumentos razonables sobre los beneficios de haber cancelado el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Bueno, sí hubo por lo menos dos beneficiados: el entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador, que con esta medida demostró quién mandaba a partir de ese momento, sin importar las formas o consecuencias de lo que decidiría desde entonces.

Los otros beneficiados fueron los contratistas a quienes se les cancelaron contratos. A ellos, el gobierno federal les pagó puntualmente costos y penalizaciones por haberlos rescindido. Si las pérdidas para el erario público (léase: nuestros impuestos) fueron de ciento veinte mil o trescientos mil mdp, según la revisión de la ASF, el daño a la imagen y credibilidad de nuestro país como lugar para invertir fue mucho mayor y tardará años en recuperarse.

Dos años y medio después, y varios manotazos más, el Presidente vuelve a tomar una decisión ilógica y caprichosa al lograr que la mayoría de Morena y partidos satélites hayan aprobado su reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), echando para atrás la Reforma Energética del 2013, la cual sin duda tuvo errores corregibles, pero no como para implementar una regresión a los años setenta. Ya no fue necesario organizar encuestas patito como en el caso del NAIM, la mayoría legislativa, a mano alzada, obedeció, "sin quitar una coma", lo que les ordenó su Presidente.

No importaron las voces de expertos, sociedad civil y empresas que alertaron, con argumentos sólidos y múltiples evidencias, sobre los efectos dañinos que la nueva legislación traerá. No interesó a la mayoría de Morena atender al Parlamento Abierto, método utilizado por las democracias avanzadas para lograr cambios legislativos que favorezcan la economía y calidad de vida de la población.

Varios análisis coinciden en que, con las modificaciones aprobadas, en México se impulsarán las energías más sucias y caras.

Coparmex considera que entre las afectaciones principales se encuentra la eliminación de la lógica de eficiencia con la que actualmente se envía la energía más barata en el mercado. Va un ejemplo: la energía termoeléctrica producida por la CFE tiene un costo de generación cinco veces mayor a la de energías limpias de empresas privadas. Esta reforma obliga a que la energía verde sea la tercera, o última, en ser enviada.

El abogado corporativo Hugo Cuesta, socio de Cuesta Campos Abogados, coordina desde hace cuatro años el Capítulo...

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