Isabel Sepúlveda / Sin precedentes
| Autor | Isabel Sepúlveda |
En una sentencia sin precedentes, el pasado miércoles, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó al Congreso de la Unión emitir la ley reglamentaria sobre gasto de comunicación social del Gobierno a más tardar el 30 de abril de 2018. Si los legisladores no cumplen en el plazo fijado por los Magistrados, los presidentes de las Cámaras pueden ser procesados penalmente.
Por primera vez, el Poder Judicial obliga al Poder Legislativo a legislar, en este caso para regular y transparentar el gasto en publicidad oficial, lo que debió haber hecho desde febrero de 2014. También es la primera ocasión en que el mandato deriva del Amparo a un particular, la asociación civil Artículo 19, dedicada a la libertad de expresión y el derecho a la información.
Ambas acciones son históricas. El fallo de la SCJN pone un alto a la impunidad de los legisladores y valida los instrumentos ciudadanos para exigir cuentas. La reglamentación de la ley ordenada transparenta y limita el dinero público que hasta hoy los gobernantes usan para someter a los medios informativos. Cuando los Poderes funcionan como contrapesos, se cumple el espíritu de la democracia y se demuestra que en México sí es posible vivir en un Estado de derecho.
El Gobierno de Peña Nieto ha gastado 36 mil millones de pesos en publicidad oficial, 71% más de lo presupuestado, el doble de lo destinado a prevención y atención a desastres naturales. En 2016 los Estados gastaron 139% más de lo asignado a comunicación: en vez de 3,994 millones, dilapidaron 5,534. Para tener un comparativo, el financiamiento público de los partidos políticos en 2017 es de 4,059. Esas cantidades se hubieran podido destinar a educación, salud, seguridad, en vez de a estar presumiendo "logros" alejados de la realidad.
Ahora toca que los diputados federales cumplan haciendo una ley que garantice la libertad de expresión y el control del gasto en publicidad oficial. Y es en este punto donde la participación ciudadana es esencial.
Para los que preguntan qué hacer ante el cinismo y voracidad de políticos que sólo buscan su beneficio, aquí está la respuesta: pónganse en contacto con los diputados que representan su Distrito Electoral, local y federal, vigilen su trabajo, pídanles razones por las cuales votan en uno u otro sentido, sigan su trayectoria para saber si es un títere de sus líderes políticos, o si es confiable para que ocupe un nuevo puesto público o continúe en el mismo (recordemos que la...
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