Jaime Sánchez Susarrey / Aquí y allá
| Autor | Jaime Sánchez Susarrey |
La detención de Inés Coronel Barreras, suegro del Chapo, ocurrió en vísperas de la visita de Barack Obama y ha desatado, en consecuencia, una serie de especulaciones. ¿Fue una afortunada coincidencia o un "regalo" al presidente de Estados Unidos?
La especulación cobra sentido porque en algunos sectores del gobierno estadounidense hay malestar por la nueva estrategia de Peña Nieto. Los días de la estrecha cooperación, que se vivieron bajo Felipe Calderón, con los organismos de la Casa Blanca parecen haber quedado atrás.
A lo que hay que agregar que ya no se habla de "guerra contra el narcotráfico" y que las dependencias oficiales no publicitan los hechos de violencia que se siguen sucediendo, con particular virulencia en estados como Michoacán y Tamaulipas.
A Coronel Barreras no se le acusa por su parentesco con el Chapo Guzmán, se le detiene por el trasiego de marihuana de Sonora a Arizona. Eso, y nada más que eso, es lo que se dijo en la conferencia de prensa presidida por Eduardo Sánchez, subsecretario de Gobernación.
Pero la nota y el impacto de la misma no derivan de la detención de un vulgar traficante de marihuana, como hay tantos, sino del hecho que es el suegro del Chapo. Porque en Estados Unidos, Guzmán Loera es considerado un delincuente tan peligroso como en su momento lo fue Bin Laden.
Pero además, la presentación ofrecida por la Secretaría de Gobernación, el Ejército, la Marina y la PGR, para anunciar la captura de Coronel, contrasta con los lineamientos que había seguido hasta ahora el gobierno federal. Las detenciones, en general, no se habían publicitado.
Este dato, por sí solo, refuerza la idea que el gobierno de Peña Nieto tiene especial interés en que se difunda, nacional e internacionalmente, la captura del suegro del Chapo en los días previos a la llegada del presidente de Estados Unidos.
Esto es lo que está pasando aquí. Pero lo que está pasando allá, del otro lado de la frontera, es interesante y, por decirlo de algún modo, paradójico. En Denver, Colorado, donde la marihuana acaba de ser legalizada con fines recreativos, se organizan tours sobre el cultivo y la preparación de la cannabis.
Apenas el mes pasado, la empresa My 42 Tours invitaba a los mayores de 21 años que desearan experimentar unas vacaciones con consumo legal de marihuana sin salir de Estados Unidos. Este nuevo giro se suma a la producción y distribución de la marihuana medicinal en 18 estados, además del Distrito de Columbia, de la Unión Americana.
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