Jaime Sánchez Susarrey / Tres para el Sub
| Autor | Jaime Sánchez Susarrey |
El subcomediante Marcos no estaba muerto, andaba de parranda. Sus fans ya pueden dormir tranquilos. Esta semana nos ha bombardeado con sendos comunicados políticos y con la más letal de todas sus armas: su prosa poética, que es una mezcla de metáforas, imágenes melifluas y frases políticamente correctas. Porque quién sino él se atrevería a escribir cosas como esta: "Ven conmigo, mira con tu corazón lo que mis ojos te muestran, camina en mis pasos y sueña en mis brazos (a la ru, ru, nene, las notas entre paréntesis son obviamente mías, JSS). Allá arriba las estrellas hacen un caracol con la luna como origen y destino (la boucle est bouclé, mon cher!). Mira y escucha (la raza cómica, perdón, cósmica, se está despabilando). Es ésta una tierra digna y rebelde (¡con causa eficiente!). Los hombres y mujeres que la viven son como muchos mujeres y hombres del mundo (¡pardiez! ¡Tienen un par de ojos y otro de orejas!). Caminemos entonces para mirarlos y escucharlos ahora, cuando el tiempo titubea entre la noche y el día, cuando la madrugada es reina y señora de los suelos" (que no de los cielos, Ave María). Y ya en el colmo de la gazmoñería el poeta armado concluye: "Creo que su modo es mirar con los oídos y escuchar con la mirada" (y caminar con las manos y estrujar con los pies, digo yo). Así que no hay duda. Marcos está de regreso.
Habrá, pues, que hacer acopio de paciencia y prepararse para lo peor. Porque, como todo el mundo sabe, el subcomediante Marcos es el único bufón de su propia corte. No por casualidad él mismo se define como un hombre cuya imagen pública se acerca más a la de Cantinflas y Pedro Infante (brincos diera), que a la de Emiliano Zapata y el Che Guevara (La Jornada, 24/jul/03). Así que a la par de las bombas poéticas deberemos soportar su inigualable sentido del humor que ha tenido a la sociedad civil nacional e internacional postradas de risa por días y, a veces, por semanas completas. El campeón del humorismo revolucionario (que no blanco ni amarillo, porque este último es color esquirol) está de regreso. De ahí que haya que tomar con toda seriedad la advertencia del comunicado del 20 de julio pasado: "A la prensa nacional e internacional. Damas y caballeros: No os hagáis los occisos. Se que me extrañabais y añorabais mis chistes malos. Pero no sufráis más: heme aquí de nuevo. Y puesto que os supongo aburridos por la tragicomedia de la vida política nacional retomaré ése mi estilo vivaracho y retozón que ha sido, antaño, la...
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