JAQUE MATE / Gasolinazo
Autor | Sergio Sarmiento |
"Para que haya un desarrollo económico sustentable tiene que pagarse lo que realmente cuesta la energía".
Mario Molina
Si los subsidios fueran el camino para prosperar, México sería el País más rico del mundo. Nuestros políticos, sin embargo, están adoctrinados para pensar que regalar dinero es la mejor manera de lograr el desarrollo. Les gusta particularmente dar a quienes más tienen. Por eso es tan importante respaldar el intento del Secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de disminuir el subsidio a la gasolina.
Durante años tuvimos en México un precio para la gasolina superior al de Estados Unidos, nuestro vecino y principal proveedor de este producto. En los últimos años del sexenio del Presidente Vicente Fox el virus del populismo infectó a Los Pinos y el Gobierno permitió que el precio se rezagara. Un subsidio que en un momento era relativamente pequeño, sin embargo, se convirtió en el sexenio de Felipe Calderón en un lastre monstruoso para las finanzas públicas y para la economía. Éste ha sido el verdadero gasolinazo contra los mexicanos.
Apenas el pasado 26 de mayo el Presidente Calderón señaló, como si se tratara de un triunfo, que el subsidio a las gasolinas ascendería a 200 mil millones de pesos tan sólo en el 2008. La cifra es enorme. Rebasa el gasto programable anual de cualquiera de las dependencias del Gobierno federal. Es igual al gasto que el Gobierno está pidiendo para todo Pemex en el 2009. Con ese dinero, de hecho, podrían construirse dos refinerías de clase mundial.
La cifra citada por el Presidente Calderón, sin embargo, resultó conservadora. Esta semana el Secretario de Hacienda señaló que el monto total del subsidio en el 2008 sería de 240 mil millones de pesos y añadió que en el 2009 se buscaría reducirlo a 140 mil millones. Sigue siendo una cantidad inaceptable, pero cuando menos se está iniciando el necesario ajuste.
Cualquier partido político de izquierda en el mundo habría rechazado este subsidio por ser lesivo para el ambiente y socialmente regresivo. Subsidiar los combustibles fósiles, efectivamente, lleva a un aumento del consumo y por lo tanto a una mayor contaminación. Por eso un especialista de la talla de Mario Molina, ganador del Premio Nobel de Química, apuntaba este 9 de septiembre en el encuentro México Siglo XXI de la Fundación Telmex que "para que haya un crecimiento económico saludable tiene que pagarse lo que realmente cuesta la energía".
Pero además el subsidio a la gasolina es, como lo señaló...
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