JAQUE MATE / Meta petrolera

AutorSergio Sarmiento

"Para enfrentar la demanda

futura [de petróleo] será necesario

tener innovación, inversión

y el desarrollo de recursos

más difíciles de obtener".

Daniel Yergin

Una de las grandes apuestas del Presidente Andrés Manuel López Obrador es aumentar la producción de petróleo crudo. "Es un reto, un desafío -dijo en Ciudad del Carmen el 15 de diciembre al presentar el Plan Nacional de Hidrocarburos- porque de un millón 750 mil barriles diarios tenemos que lograr una producción de más de dos millones 400 mil barriles diarios a finales de sexenio".

Esta es la razón principal por la que no ha cancelado hasta ahora la reforma energética, a pesar de que ayer reiteró que "fue un engaño". Cancelar inversiones privadas en petróleo, cuando el Presidente se está poniendo una meta de aumento de la producción de 37 por ciento en seis años, no parece buena idea.

"Es un plan bastante realista", dijo el Presidente en Ciudad del Carmen. "El año pasado se perforaron muy pocos pozos. Ahora 117 es el programa, tanto en tierra como en aguas someras". Ayer se corrigió a sí mismo y afirmó que serán 150 los nuevos pozos.

No sé quién le haya sugerido al Presidente que el plan es realista, quizá algún ingeniero agrónomo. En contraste, un ingeniero geólogo con décadas de experiencia en la industria petrolera me dice: "La meta de subir la producción a 2.4 millones de barriles diarios de petróleo es absolutamente inviable si no se desarrollan hidrocarburos no convencionales". Estos se obtienen principalmente de rocas de lutitas por medio del fracturamiento hidráulico o fracking. El problema es que López Obrador ha descartado esta tecnología por razones ideológicas.

Pese a lo que se piensa, "Pemex lleva usando el fracturamiento hidráulico desde los años sesenta con buenos resultados". El aumento de la producción de gas en la Cuenca de Burgos fue producto de este procedimiento y lo mismo ocurrió en Chicontepec.

El fracking permitió un aumento de la producción de crudo en Estados Unidos, principalmente en lugares con una estructura geológica similar a la del norte de México, de 5 millones de barriles diarios en 2008 a 10.9 millones de barriles en 2018. No sería, por lo tanto, inusitado subir la producción mexicana 37 por ciento en seis años. El problema surge cuando se...

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