Jaque Mate / Tabasco y medios

AutorSergio Sarmiento

"El que un político se queje de la prensa es como si un capitán de navío se quejara del mar".

Enoch Powell

¿Y qué va a pasar cuando los odiados medios de comunicación dejen Tabasco?

Ya no podremos criticarlos por su énfasis en esas historias humanas que a veces nos dejan los ojos llenos de lágrimas. Ya no podremos cuestionar a los conductores de los principales noticiarios por el protagonismo de estar transmitiendo desde el lugar de la tragedia.

Pero entonces se correrá un peligro mayor: el de que el desastre deje de interesar al País en un momento en que el trabajo fundamental de reconstrucción del Estado no habrá siquiera empezado.

Los medios de comunicación tienen la atención muy corta. Esto no es una perversidad, como algunos sostienen, sino simplemente parte de su naturaleza. Los medios, después de todo, no son más que un espejo de la atención de las personas. Y no hay historia, más que la propia, por trágica o venturosa que sea, que pueda acaparar la atención de la gente por tiempo indefinido.

Muchas historias que en su momento parecieron haber quedado grabadas de manera permanente en la memoria colectiva hoy ya no existen más que como excusas para marcar efemérides. Los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001, que algunos pensaron serían la mayor noticia de un siglo 21 que apenas empezaba, hoy se desdibujan ante una realidad cambiante.

¿Recuerda usted las imágenes del Cancún destruido por el huracán Wilma en el 2005? ¿Se acuerda usted de las laderas desgajadas de los cerros costeros de la zona de Tapachula en Chiapas tras las lluvias producidas por Stan? Sólo han pasado dos años, pero ya los recuerdos empiezan a desvanecerse.

En 1997 Paulina devastó Acapulco con una furia impensable. Las imágenes fueron tan dramáticas que se pensó un tiempo que las lecciones habían quedado indeleblemente grabadas en la memoria de los guerrerenses y los mexicanos. Pero basta ver cómo la gente sigue asentada en los cauces naturales de bajada del agua, ante la impotencia o la complicidad de las autoridades, para entender que las lecciones nunca se aprenden del todo.

La intensa cobertura de los medios de comunicación sobre la tragedia de Tabasco ha generado, como en otras ocasiones, una oleada de solidaridad de los mexicanos en todo el País e incluso de naciones extranjeras hacia los damnificados. Toneladas de despensas han sido trasladas por vía terrestre y aérea a la zona afectada.

Incluso ahora, que los centros de acopio están rebosantes...

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