JAQUE MATE / Sin trabajo

AutorSergio Sarmiento

"Lo que este país necesita es más políticos desempleados".

Winston Churchill

Ayer, en el noticiario matutino de la Red de Radio Red, tuvimos la visita de un grupo de ejecutivos del Sistema Nacional de Empleo de la Secretaría del Trabajo. La idea era poner en contacto a los radioescuchas con las oportunidades de trabajo que registra la institución. Cientos de llamadas se recibieron durante la transmisión y rebasaron la capacidad de las líneas telefónicas. La mayoría contaban la misma y dramática historia: "Llevo meses buscando empleo y no encuentro nada".

No es novedad enterarnos que las encuestas del INEGI no reflejan la realidad del desempleo de nuestro país. Según esta institución, la desocupación abierta en México fue, en noviembre de 2008, de 4.47 por ciento de la población económicamente activa. A pesar de que es la cifra más alta desde el 2000, nos sigue colocando como una de las naciones con menor desempleo oficial en el mundo. El pasado mes de diciembre la desocupación abierta en Estados Unidos fue de 7.2 por ciento y la de Canadá, 6.6 por ciento; en noviembre la cifra de España fue de 13.4 por ciento y la de Alemania, 7.6 por ciento.

Los cientos de personas que llamaron al programa de radio buscando un puesto de trabajo representan la punta del iceberg de una realidad que las estadísticas del INEGI no registran. La preparación académica o experiencia laboral, que en otros tiempos servían para asegurar un empleo, no son ya garantía de nada. El número de personas que cuentan con grados universitarios y experiencia amplia en campos muy diversos de actividad y que, sin embargo, no pueden obtener empleo es cada vez mayor. La información disponible sugiere, de hecho, que el desempleo es mayor entre las personas con un grado de bachillerato o un título universitario que entre quienes sólo tienen una educación primaria. Estamos construyendo una nueva generación de desempleados; sólo que, al contrario de lo que ocurría en otros tiempos, hoy tiene un mayor grado de preparación.

No hay soluciones fáciles al problema del desempleo. Es verdad que si redujéramos los costos de despido de personal con una reforma laboral habría una mayor contratación en el momento en que se registrara una recuperación económica. El contraste de países como Estados Unidos -que ofrecen una mayor facilidad y un menor costo de despido- frente a los de Europa nos revela esa verdad de Perogrullo de que la legislación laboral que protege en exceso a quienes ya tienen un...

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