Javier González Garza / ¿Auténticas?

AutorJavier González Garza

Esta no es la Democracia por la que miles de mexicanos han luchado y muchos incluso han entregado la vida. Ahora que con toda formalidad (y gran desaseo) se resolvieron las impugnaciones sobre la elección presidencial, conviene contextualizar cómo son nuestras elecciones. Aquí algunas historias.

El 12 de agosto pasado en una reunión de amigos, uno de los comensales contó que había intentado ser candidato del PRI en un importante Municipio del norte del País y se quejaba de la traición cometida por la dirección de su partido.

Dijo que hacía unos meses manifestó al Gobernador de su entidad y a la dirigencia estatal de su partido su intención de contender por la Alcaldía de su Municipio caracterizado por tener un voto tradicionalmente panista. Todos dieron luz verde a la complicada empresa. Relató que reuniéndose con los notables del Municipio había podido comprometer 30 millones de pesos para la elección.

El Gobernador le anunció su beneplácito por el camino recorrido y le pidió hablar con un dirigente nacional para concretar el plan electoral. Con esa instrucción se reunió con quien parecía un dirigente que estaba fuera de circulación, por los escándalos financieros que caracterizaron a su Gobierno estatal. Tres días después ese dirigente le informó al candidato en ciernes que la estructura territorial indispensable costaría 70 millones de pesos. Al oír aquella cifra el aspirante preocupado respondió que sólo podría reunir 30 millones de pesos. El dirigente lo tranquilizó, no te preocupes, le dijo, esto lo va a pagar el "Góber", esos 30 millones úsalos para tu campaña.

Un día antes del cierre de los registros de candidatos y cuando todo parecía ya arreglado, el PRI registró a otro candidato, cercanísimo al Gobernador de esa entidad. Esa era la traición que denunciaba. Se hizo un silencio y alguien preguntó: oye, y ¿cuál es el tope de campaña para tu Municipio? No sé muy bien, contestó el frustrado candidato, pero más o menos 560 mil pesos.

Si en una elección municipal, en la que el tope de gastos de campaña es de 560 mil pesos y están dispuestos a gastar 100 millones, algo anda muy mal en la "democracia" mexicana. La mercantilización de las elecciones trastoca la Democracia entera y las hace todo menos válidas y auténticas.

Otra de estas historias sucedió hace 7 años, en la elección de Nayarit. Los partidos opositores al PRI habían implementado un operativo para detectar y detener camiones con despensas, cemento, varillas y otros materiales...

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