Javier Hurtado/ ¿Y el respeto a la democracia?

AutorJavier Hurtado

Decía Winston Churchill que " la democracia es el menos malo de los sistemas de Gobierno, hasta en tanto no se invente uno mejor". Y vaya que tenía razón: no es una forma perfecta para tomar decisiones vinculantes por quienes se encuentran en esa posición. Y lo que es peor: en nuestro País no parece ser un método o procedimiento para elegir gobernantes cuyas reglas sean conocidas y respetadas por todos quienes compiten por el acceso a los cargos de representación o espacios de decisión. Bien lo veía Sartori: al haberse convertido la democracia en un término universalmente aceptado y reivindicado, "su contenido se ha dilatado abusivamente hasta convertirse en el más ambiguo de todos estos términos. No todos los sistemas políticos se proclaman socialistas, pero hasta los sistemas comunistas se declaran democráticos". Por ello, no es de extrañar que en nombre de la democracia se haga o se proponga justamente lo contrario, tal y como viene ocurriendo de manera acentuada en la actual coyuntura político-electoral mexicana.

Antes de pasar a comentar algunos de los principios o reglas de la democracia dejemos establecido que ésta tan sólo es un método o procedimiento para la elección de gobernantes; y para que éstos, una vez instalados en las posiciones de mando, tomen decisiones vinculantes con la más amplia participación posible de los interesados. Esto significa que la democracia carece de contenido inmanente, proyecto preestablecido de acción, o finalidad última de realización. Permítaseme decirlo con otras palabras y con una disculpa anticipada por la equiparación: la democracia es como las reglas que rigen en algún deporte: tan sólo son los acuerdos del juego para que compitan los equipos interesados, sin que contengan predisposición alguna a favor de cierto equipo o jugador.

Si esto es así, conviene preguntarnos si en la actual campaña electoral todos los candidatos presidenciales asumen las reglas de la competencia y la vigencia de la democracia como desprovistas de contenido sustantivo, o como investidas de un determinado resultado. Mucho me temo que al menos los candidatos del PAN y del PRD la entienden en la última de estas acepciones. Existen al menos cinco principios o reglas básicas de la democracia que no son del todo aceptadas:

  1. - El respeto a las reglas de la competencia: si en un sistema de democracia de mayoría la regla principal dice que en una contienda electoral el triunfador es aquél que obtiene el triunfo por mayoría...

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