Jesús Silva-Herzog Márquez / Medir el elogio

AutorJesús Silva-Herzog Márquez

Una diputada que se presenta públicamente como "heroína" ha dicho que la reforma recientemente aprobada por la Cámara de Diputados en materia de telecomunicaciones es similar al derrumbe del muro de Berlín. Eso: para la diputada Purificación Carpinteyro, el cambio reciente es equivalente al fin del imperio soviético. Supongo que a la desmesura de la crítica corresponde, la desmesura del elogio. Tal vez el paralelo de ese cambio en la historia del mundo moderno le resultó menor o, tal vez, lejano. La búsqueda de medida es irrelevante cuando de simplificar se trata. Para enfatizar la importancia de la reforma, la diputada agregó que la transformación legal equivalía a ... "la independencia de México". Después del Grito de Dolores... el Grito de San Lázaro. Esas son las analogías que, a juicio de la diputada permiten apreciar la dimensión del cambio: el fin del totalitarismo y la conquista de la soberanía mexicana.

No corresponde al espíritu crítico, no sirve al entendimiento, no es prudente que el elogio a la reforma se desprenda del deber de medida, de un mínimo compromiso con la sensatez. Sobre todo cuando la dimensión del elogio no corresponde a la naturaleza del cambio y a los desafíos por venir. El aplauso desmedido no es necesariamente zalamería, interesado elogio al poder. También es un vicio del entendimiento, una flaqueza de nuestra cultura crítica. Los aplausos descomunales ocultan las dificultades pendientes y generan expectativas irrealizables. Alimentan expectativas de imposible realización. Nos encontramos hoy con un torneo de alabanzas que es, en buena medida, autoelogio: finalmente, la república me ha escuchado. A partir de ahora tendremos otro país, un país que, a juicio de la desmedida alabanza, es ya independiente y, sólo a partir de ahora, libre. Hemos conquistado el sueño de la competencia, la calidad de los servicios que recibimos de las compañías de telecomunicación mejorará súbitamente, tendremos ya una televisión al servicio de la verdad y de la justicia, una televisión que nos mostrará y nos expresará; los precios que pagamos por Internet se reducirán sustancialmente; todo el país estará conectado al mundo; el sistema político se refundará para dar paso a una competencia auténtica y a una democracia auténticamente deliberativa.

Un artículo de Gerardo Esquivel en animalpolitico.com reconoce la importancia y los méritos de la reforma en telecomunicaciones sin sumarse a esa fiesta de celebración acrítica. Vale leerlo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR