Jim Carrey: Espiritualmente imperfecto
| Autor | Eduardo Molina |
En el cine, su personalidad rebasa la pantalla; pero lejos de los reflectores, Jim Carrey es un hombre serio.
Tranquilo, educado y sencillo, el actor de los mil gestos y los cheques de millones de dólares se sienta en un salón del Waldorf Astoria de Nueva York para hablar de su nueva cinta, Las Locuras de Dick y Jane (Fun With Dick and Jane).
El filme, un remake de la comedia de 1977 originalmente protagonizada por George Segal y Jane Fonda, lo vuelve a poner frente al tipo de película que lo ha hecho una estrella en la taquilla internacional.
El público, y no los reconocimientos de la crítica o los premios, es lo que lo mantiene interesado en su carrera.
"He pavimentado mi propio camino y he trabajado muy duro; en el fondo, no me importa lo que se diga de mí. Me emociona que la gente se emocione conmigo, eso es lo que me lleva a seguir haciéndolo ya que no tengo necesidad, he probado que lo puedo hacer y las finanzas están bien. Lo que me motiva es la gente en sus butacas", asegura.
Carrey interpreta a Dick Harper, un hombre que pierde su trabajo tras un escándalo tipo Enron que manda a pique la compañía donde trabaja. Al verse afectadas sus finanzas, Dick acepta empleos menores y termina convertido en asaltante junto a su esposa Jane (Téa Leoni).
"Este papel es una combinación de muchas cosas, ya que no es sólo comedia física, hay algo de trasfondo. Tiene un fondo político y sátira social, trata de temas muy serios de una manera graciosa, ése es mi trabajo, parte de la labor de un comediante es darle a las personas un alivio de los problemas duros", explica.
Su personalidad agradable y tranquila lo ha alejado del tipo de escándalos y situaciones que enfrentan otros actores de su nivel.
"Me siento extremadamente afortunado de no ser parte de los tabloides. Sí me han tomado la foto y me persiguen bastante, especialmente si estoy a punto de estrenar una película, se quieren aprovechar económicamente de esa energía y es un poco más difícil pasar inadvertido.
"Pero afortunadamente no me han arrastrado por el lodo, sólo en una ocasión no fue muy agradable, pero en general han sido muy respetuosos conmigo y en eso he tenido suerte, aunque también mi vida no es tan loca", agrega.
Para Carrey, quien el 17 de enero cumplirá 44 años, parte de la locura de los chismes relacionados con el espectáculo tiene que ver directamente con las celebridades, más allá de la venta de publicaciones y los programas de entretenimiento.
"Creo que el panorama está tan...
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