Jorge Narro Monroy / Los medios y el fin

AutorJorge Narro Monroy

Mal leídas, las ideas del sociólogo alemán Max Weber (1864-1920) respecto de la ética que debe conducir a los políticos y a la que debe orientar al resto de la sociedad, sirven para justificar la exclusión de los principios morales en el ejercicio del poder público.

La "ética de la responsabilidad" es, se dice (insisto en que se trata de una mala lectura), la que obliga a los políticos. Y consiste en prescindir de las normas morales y atender sólo a las consecuencias de la propia acción. La "ética de la convicción" sería la contraria y propia de quien quiere sólo obrar bien "y deja el resultado en manos de Dios".

Es fácil advertir que lo anterior se emparenta fácilmente con esa otra idea, mucho más conocida, de que "el fin justifica los medios". O en términos pseudo weberianos: "las consecuencias justifican la conducta".

No es de mi interés probar aquí que para Weber no existe una contraposición entre ambas éticas, sino combatir la extendidísima creencia de que, en política, el fin justifica los medios y la moral estorba. O dicho de nuevo: las consecuencias justifican la conducta, mientras que las convicciones morales sólo entorpecen -en el mejor de los casos- el logro de esas consecuencias.

Más allá de malinterpretar a Weber, el error consiste en suponer que los fines y los medios son separables. Que se puede echar mano de medios censurables, siempre y cuando eso ayude para alcanzar fines aceptables. Y no es así. La marcha hacia los más elevados fines no pasa por medios inmorales como si fuera el ave aquella que cruza el pantano conservando su plumaje impoluto. ¡Para nada! El fin se construye (no está allá, adelante, esperando), y se construye a base de medios. Y si los medios son contrarios a la moral (y no me refiero a una religiosa, personal, sino a la social, a la pública, a la acordada por la mayoría); si los medios son contrarios a la moral -repito-, el fin "elaborado" mediante el ejercicio de "tejer los medios" será contrario a la moral.

Un buen ejemplo lo daba el académico y político colombiano Sergio Fajardo, alcalde de Medellín entre 2004 y 2007 y hoy gobernador del departamento de Antioquia. Decía más o menos así: si usted...

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