Jorge Ramos Ávalos / Desesperanza

AutorJorge Ramos Ávalos

La desesperanza está bien repartida en México. La sufren, sobre todo, los que menos tienen. Pero incluso entre los más ricos y poderosos existe la percepción de que las cosas no marchan muy bien en el País.

"Yo no tengo confianza en que vamos a salir adelante", me dijo un amigo que ha tenido que despedir a dos empleados de su pequeño negocio y a quien la renta lo está ahorcando.

Ésta es una forma de medir la desesperanza en México; hablando con conocidos y desconocidos. Otra es a través de los números.

México no podrá crecer a más del 4 por ciento en este 2004, de acuerdo con cifras del propio Gobierno del Presidente Vicente Fox, y en lo que va del año únicamente se han podido crear 300 mil nuevos empleos. Este es un crecimiento insuficiente en un País que necesita crear un millón de empleos por año para absorber a todos los jóvenes que se suman al mercado laboral.

La desesperanza mexicana comienza, sí, en la gris situación económica pero tiene su máxima expresión en la política.

"Yo no creo en ninguno de nuestros políticos", "es una vergüenza ver lo que está pasando", me dijo una comunicadora. Y lo que está pasando es un triste espectáculo de personajes políticos enredados en la lucha por el poder y aparentemente ajenos a las necesidades de los ciudadanos que, supuestamente, representan.

Empezando por Vicente Fox que ya renunció a ser el Presidente del cambio y que ahora sólo puede presumir de dos cosas: su histórica victoria electoral en el 2000 y el no haber utilizado al Ejército y a la Policía para cometer masacres, como sus antecesores priistas.

La situación con los ex Presidentes mexicanos también genera una profunda desconfianza. Aún nadie ha podido explicar como todos los ex Presidentes mexicanos y muchos ex Secretarios viven como multimillonarios en dólares a pesar que siempre tuvieron modestos salarios de funcionarios públicos. La suma de todos sus módicos ingresos gubernamentales no alcanza para pagar las casas, los coches, los viajes y los lujos con que viven. ¿Cómo hicieron esa magia? ¿De dónde salió tanto billete?

No me extrañaría nada que, al igual como le ocurrió al ex dictador chileno Augusto Pinochet, un día aparezcan en el extranjero millones de dólares en las cuentas personales de estos ex funcionarios públicos.

Además de las inevitables sospechas de corrupción en los gobiernos priistas, hay otro problema con los ex Presidentes. Se llama responsabilidad histórica.

Ni Carlos Salinas ni Ernesto Zedillo, por ejemplo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR