Jorge Suárez-Vélez / Igualdad y crecimiento

AutorJorge Suárez-Vélez

Insisto en comunicarme directamente con usted con la esperanza de que un milagro ocurra y me escuche. Empieza a ser evidente que nuestro crecimiento difícilmente llegará a 1% este año. En 2020 podríamos crecer aún menos, o incluso decrecer si no hacemos cambios pronto.

Mientras nos distraemos con la "mañanera", parecemos ignorar que la economía mundial enfrentará fuerte viento en contra, proveniente de cuatro "D's": cambios Demográficos, la abultada Deuda que el mundo ha acumulado, y la Desglobalización que empezamos a sufrir por la Demagogia de gobiernos nacionalistas y populistas, cuyo beneficio político de corto plazo generará costos económicos exponencialmente crecientes.

Creo que es sincero su deseo de crecer a tasas de 4%. Será un gran reto lograrlo en el entorno mundial que se aproxima. Nuestra economía sigue ligada a la de Estados Unidos. El crecimiento de nuestros vecinos será quizá 1.3% este año, menos de la mitad que el año pasado. Démonos de santos de seguir ligados a ellos porque las principales economías europeas crecerán entre 0% y 1%, al igual que Japón; incluso China verá su menor crecimiento en décadas.

Sin crecer, difícilmente seremos un país más incluyente. Para incrementar el gasto social, sin afectar nuestro balance fiscal, no queda más que promover la inversión privada. Le tengo una buena noticia, en medio del marasmo que viene. El conflicto comercial de Estados Unidos con China nos hace atractivos para empresas estadounidenses que por años habían provisto sus cadenas de valor desde China; ahora buscan proveedores en México.

Pero el ambiente laboral de paros ilegales y trenes bloqueados mata la posibilidad de aprovechar la oportunidad, pues interrumpimos largas cadenas de abasto que dependen vitalmente de entregar producto terminado a tiempo. Decisiones económicamente irracionales, como cancelar el NAIM, implican privar a México de infraestructura indispensable, provocando la pérdida de decenas de miles de empleos.

México ha padecido por décadas de un sindicalismo anacrónico y corrupto que ha hecho poco por los trabajadores, mientras sus líderes se enriquecen. Muchos sindicatos se dedican a extorsionar más que a promover un entorno que invite a que la inversión aumente, la productividad crezca, los ingresos de los...

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