Jorge Suárez-Vélez / De paranoia a augurio

AutorJorge Suárez-Vélez

Una de las razones de quienes no son "de izquierda" para haber votado por López Obrador es el escenario que hubiéramos enfrentado si él no hubiera ganado. Algo de cierto hay. En este ambiente de encono y violencia, exacerbado por la acalorada retórica de la contienda presidencial, Anaya o Meade hubieran enfrentado una crisis de gobernabilidad potencialmente seria. Ahora, AMLO encara el reto de las expectativas.

Millones de mexicanos esperan mejor ingreso, más empleo, mejor educación y menos violencia. En una sociedad que los ha excluido, añoran ser finalmente visibles. Ese sueño contrasta con evidentes problemas de prioridades y de ejecución que esta Administración padece. Eso debe preocuparnos.

El decrecimiento de la economía mexicana en el primer trimestre es mal presagio. Como ha ocurrido en gobiernos anteriores, cuando ha habido alternancia toma un rato para que el nuevo gobierno tome las riendas. Pero éste sigue sin encontrarlas.

Casi todos los componentes del PIB muestran algún nivel de crisis. El consumo ha sido afectado por la decisión de eliminar Prospera y en su lugar dar tarjetas para poder sacar efectivo. Los comercios resienten que apoyos que se traducían en compra de víveres y mercancía ahora encuentran otros destinos. Los campesinos en zonas remotas padecen la nueva dependencia de cajeros automáticos a veces a días de distancia.

El ejercicio del gasto público se ha complicado. La centralización de las compras de la administración pública en la Oficialía Mayor de Hacienda es la madre de todos los cuellos de botella. Esto agrava el desabasto de medicinas y materiales que genera crisis en el sector salud, e incluso en hospitales privados afectados por la lentitud en los permisos de Cofepris. No habrá libros de texto a tiempo para el año escolar que viene. Y así sucesivamente.

La inversión privada nacional se ha parado en seco. La narrativa contra empresas, empresarios, fifís, mercados, calificadoras y medios de información mermó la confianza. Sorprendentemente, la inversión extranjera directa y la inversión en portafolios siguen viento en popa. Pero la semana pasada, la advertencia de la OCDE, el devastador editorial del diario inglés Financial Times y la pieza en el semanario Barron's que aconseja a los inversionistas extranjeros en México mantener las salidas a la vista, son estridentes alarmas de que el beneficio de la...

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