José Agustín / Angélica María cuenta su vida
| Autor | José Agustín |
Supongo que ya es sabido que Angélica decidió contar su vida en un libro con una amplia cantidad de fotografías que comenta personalmente. A mí me tocó prologar este texto biográfico que, hasta donde sé, ya está muy avanzado y cuya publicación es inminente. De más está decir que me dio mucho gusto la distinción.
Leí el libro en una sola noche. No tuve la necesidad de tomar cuatro cafés exprés porque es ameno y sencillo, como siempre ha sido ella. Angélica decidió contar su vida desde el principio: sus padres, su familia y su ingreso en el cine; éste es el periodo que Angélica narra con más calidez y mayores detalles, lo cual me parece normal, porque en la niñez está el germen de todo lo que ha de venir después, así como el árbol ya está ahí desde la semilla y el primer tallo que surge a la superficie.
Quizá por esa razón Cyril Connelly decía que nadie que escribe se puede resistir a contar su infancia. Eso sí, poca gente ha tenido una primera etapa de la vida como la de Angélica María, que fue una auténtica "Pancho López" en cuanto a la precocidad. Después viene, a veces con detalle y otras sumariamente, lo que le ocurrió en su adolescencia, su educación sentimental, el desarrollo profesional, su vida de madurez y, de una manera implícita, su manera de entender la vida y el mundo.
En el principio me llamó la atención que Angélica se refiriera a su padre, algo que pocas veces había hecho porque casi no lo conoció. Arnold, o Arnie, Hartmann, nos refiere la actriz, era un dotado y connotado músico estadounidense de ascendencia alemana, acordeonista, showman y "guapo a rabiar", que vino a México en una gira. Era uno de los fuertes en el elenco del Follies BergÅre, entonces el teatro de revista de moda, y conoció a Angélica Ortiz, una joven de 18 años muy inteligente y no menos atractiva. El enamoramiento mutuo fue súbito y los condujo a que se casaran tras un breve noviazgo.
El joven matrimonio se fue a Estados Unidos, donde Arnie viajaba mucho para cumplir sus compromisos profesionales. En Chicago, Angélica Ortiz, ya con un embarazo avanzado, quiso que su hija naciera en México, hacia donde se dirigieron, pero lo hicieron en automóvil, así es que la pequeña Angélica María no llegó a nacer en México sino en Nueva Orleans: Libra con ascendiente Leo. Técnicamente, la niña era un gringuita con todas las de la ley, hija de estadounidense y nacida en Louisiana, por cierto la matriz del dixie, el gran blues sureño y el zydeco.
Pero sus padres se...
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