José Luis Cuéllar Garza / No tiene la culpa el indio...

AutorJosé Luis Cuéllar Garza

He repasado los archivos de colaboración con este diario, sólo para confirmar que año con año mis entregas dominicales de las últimas semanas de diciembre y primeras de enero están marcadas por un tema y preocupación constantes: el del desencuentro entre el Ejecutivo y el Legislativo en torno a las iniciativas de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos de la Federación. Y ya que año con año los conflictos, desarreglos y atropellos de una y otra parte eran cada vez mayores, nuestros legisladores decidieron, sabiamente, adelantar la aprobación del presupuesto al mes de noviembre, de modo que el país no se viera inmerso al cuarto para las doce de cada Año Nuevo en una crisis recurrente de falta de definiciones sobre los instrumentos fundamentales de política económica.

Pero ocurrió lo peor: el desencuentro ha cambiado de fecha y diciembre servirá ahora para un incierto, desgastante e improductivo litigio entre poderes para resolver los nuevos desfiguros.

La película se ha reproducido con asombrosa fidelidad, aunque con escenas no vistas en versiones anteriores. Otra vez al límite, nuestros diputados federales estaban circulando borradores inconsistentes y malacabados. La novedad de la edición 2005 es que el Ejecutivo está inconforme con los acuerdos de los diputados del llamado bloque opositor, donde militan todas las fracciones parlamentarias, excepción hecha de la propia del mismo Presidente. Ciento once mil millones de pesos recortados en algunos renglones para incrementarlos en otros distintos. Mucho dinero y grandes problemas según el Ejecutivo. Apenas el 2 por ciento del presupuesto y mejor invertido, según los diputados.

En el nuevo capítulo de la serie, el Presidente anunció el jueves (MURAL, primera plana, 19 de noviembre) que impugnará jurídicamente el presupuesto, mientras que los coordinadores de los diputados de PRI, PRD, PVEM, PT y Convergencia, reviraron (MURAL, primera plana, 20 de noviembre) advirtiendo al Presidente que de hacerlo deberá asumir también "la responsabilidad de los riesgos que se abren para el país". Lamentable desenlace que revela, una vez más, la necesidad de repensar la organización institucional y el esquema de división de poderes en nuestro país.

La Constitución mexicana señala, en efecto, en su artículo 74, que corresponde a la Cámara de Diputados "examinar, discutir y aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la Federación". Bien visto, tal artículo no autoriza expresamente a modificar el...

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