José Woldenberg / La encuerada de Avándaro

AutorJosé Woldenberg

Fue la República de la Utopía, el Gran Reventón, el Woodstock Mexicano, el Concierto Mítico, Avándaro. El 11 de septiembre de 1971 decenas de miles de jóvenes nos reunimos para oír rock y sentirnos contemporáneos del mundo. Nadie, ni los organizadores siquiera, imaginó lo que el festival sería: una congregación masiva, alivianada, lúdica y libre, que puso de cabeza a la moralina de la época. Fue también el evento que selló la prohibición para celebrar otros conciertos y el detonador de las más rupestres condenas al rock, los jóvenes y la fiesta.

A 40 años de aquel auténtico festival intento matar dos pájaros de un tiro: recordar uno de los episodios que marcaron la imagen de Avándaro, y dado que se celebra la VIII Semana Nacional de Transparencia organizada por el IFAI, demostrar la utilidad de la Ley en la materia (ja). Transcribo una gran historia, recuperada por Federico Rubli (Estremécete y rueda, Chapa Ediciones, México, 2007. P 458-468).

Tocaba La División del Norte, el público estaba eufórico, "un fuerte alarido atrajo mi atención... (Sobre un tráiler) una chava morena de pelo negro, lacio y largo con una cinta alrededor de la cabeza bailaba rítmicamente, sólo que estaba en pantaletas, pues se había quitado los jeans. Después de un rato se volvió a poner sus pantalones. Siguió bailando... Esporádicamente se alzaba su playera blanca para dejar al descubierto sus senos, sin brassier, desde luego... hasta que decidió despojarse de toda inhibición quitándose su playera de color blanco. Después de un rato, el personal de la organización la retiró del techo del tráiler. No se volvió a saber nada de ella en toda la noche, ni nunca más.

"... En los días posteriores, la prensa la bautizó como la 'encuerada de Avándaro'... Las fotos... fueron publicadas extensamente y con todo detalle... como prueba irrefutable de que Avándaro fue un exceso generalizado de sexo y droga...

"En el afán por encontrar la identidad de la famosa chava, la revista Piedra Rodante, en su número correspondiente a enero de 1972, publicó una supuesta entrevista con la afamada encuerada... El entrevistador, el periodista roquero ya fallecido, José Luis Benítez El Búnker, la identificó como Alma Rosa González López de 16 años, ex estudiante de secundaria procedente de una familia acomodada de Monterrey. Supuestamente después del Festival abandonó su hogar... La entrevista fue un claro invento... (Así terminaba):

-¿Qué piensa de la virginidad?

-Que produce cáncer y que hay...

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