Juan Ciudadano/ Fox le dio al clavo

AutorJuan Ciudadano

Es inaceptable que un servidor público se tome la libertad de decidir en qué medida un derecho pertenece a los ciudadanos.

Además, es lamentable que quien incuestionablemente recibió el poder del pueblo use esta autoridad para decidir qué derecho es "razonable" y cuál es una "necedad".

El discurso del Presidente en torno al derecho a la información no sólo ha sido ligero, además ha sido doble.

Por una parte, se han repetido hasta el cansancio palabras como "transparencia" e "información".

Por la otra, se considera como necedad conocer el contenido de un documento que es eminentemente público: nada más y nada menos que el presupuesto de gastos.

El discurso foxista parece tener conciencia del valor práctico de la información, pero hasta la fecha no ha mostrado estar interesado en diseñar los mecanismos que den al ciudadano la posibilidad de acceder a la información que requiere.

Cuando una persona busca información, a la gente no le interesa ver cada rubro: "Los ciudadanos no quieren que se les quite el tiempo", señaló el Presidente.

Es cierto, el ciudadano común y corriente es muy práctico y sólo quiere acceder a aquello que le es útil.

Paradójicamente, un ejemplo de lo que señala Fox son los comunicados de prensa que ofrecen las diferentes dependencias gubernamentales, los cuales tienen poca audiencia, precisamente porque interesan a muy pocos.

En éstos, es la autoridad la que decide qué es lo que debe conocer la gente. En un país avanzado la gente determina lo que le es útil saber.

La segunda premisa a la que hace alusión el Presidente -que, además, es consecuencia directa de la anterior- es que no se trata de que el Gobierno nos atiborre de información, sino que ésta se entregue cuando el ciudadano la solicite.

En palabras de Fox: "Si tú vienes y me lo pides, te lo doy". Siempre y cuando no sea una necedad, le faltó aclarar al Presidente.

Cuando no se tiene, o no se quiere entregar la información, la respuesta es descalificarla con una etiqueta.

Como todo servicio público, el servicio de informar debe seguir un modelo de demanda: el ciudadano pide, el servidor público entrega.

Las buenas intenciones -reales o solamente profesadas- de quien detenta el poder pasan a ser hechos sólo cuando existe una exigencia concreta por parte de la sociedad de por medio.

La experiencia del 2 de julio es un punto de quiebre en nuestra conciencia colectiva porque la posibilidad de la alternancia pasó de lo hipotético a lo real, habiendo de por medio un acto...

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