Juan García de Quevedo / Libertad y seguridad

AutorJuan García de Quevedo

Para Rafael Castellanos

Libertad y seguridad son los temas del día. El asunto no implica ninguna disquisición filosófica, salvo que el tema se lleve a una extraordinaria complejidad.

Los hombres y las naciones tienen todo el derecho a ser libres. La libertad es la condición primera del hombre. Lo que lo explica como hombre es justamente su naturaleza libre. En términos existencialistas y sartreanos, está condenado a ser libre. Sin libertad no hay consciencia posible y la renuncia a la libertad por algún bien mayor es propia de doctrinas dogmáticas o despóticas. En síntesis, ser libre para ser hombre.

Podemos decir que la historia del hombre es la historia de la libertad, lo cual implica que entre conocimiento y libertad existe una relación íntima. Claro que hablar de conocimiento significa establecer la primacía del hombre sobre los fenómenos naturales, conocerlos, explicarlos, descifrarlos y apropiarse de ellos. Conocimiento y libertad caminan de la mano y podemos decir que entre más se conoce, se tiene una mejor libertad, una mayor libertad.

Ahora se cuestiona la privacidad de la persona ante los medios modernos de comunicación (de los cuales desconozco absolutamente todo) y de las naciones ante la globalización. Algo así como una irrupción e intervención en la intimidad de las personas y en la soberanía de las naciones. En esto último no hay novedad: Europa, por ejemplo, quiso y decidió ser un proyecto político, filosófico, económico y yo agregaría que hasta poético. Por tanto, vive una ciudadanía de altísima intensidad y una soberanía nacional como mera abstracción. Las políticas económicas en Europa se deciden en Bruselas, que es su centro político, y la clase gobernante de los países que componen la Unión Europea son esencialmente gerentes decididos por el voto popular pero que tienen que seguir los mandatos y las reglas dictados desde Bruselas.

Ese matiz de la globalización es irrenunciable y por tanto, junto a la aparición de las redes sociales, no existe nada que no pueda saberse, así como no hay nada, al tiempo, que no...

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