Juan García de Quevedo / Los misterios del cerebro

AutorJuan García de Quevedo

Hoy en día los neurólogos y aquellos que se dedican a lo más complicado del ser humano, como es el cerebro, manejan temas inéditos. Temas que tienen que ver con la libertad, la consciencia, la ética, el conocimiento y la moral. Temas que hace tiempo se discutían en filosofía, como si el hombre es libre o está determinado y por tanto la libertad es una mera fantasía. Temas que tienen que ver con la moral y todo ello dentro de lo que sería ese estudio de lo que todavía es un gran misterio: el cerebro humano. Seguramente los avances de la neurociencia son impresionantes pero también lo es pensar seriamente que el libre albedrío es una mera ilusión y que la persona está determinada a reproducir ciertas conductas que piensa libres, pero que nada tienen de ello.

Otros autores nos hablan de una gramática moral que pertenece a la estructura del cerebro y que las intuiciones morales ya están determinadas por la historia del propio cerebro humano. Dónde quedaría el mundo ético del hombre si sus conductas sociales están determinadas por la biología, por las redes neuronales y no por las lecturas de Spinoza o de Rawls. Para decirlo sin matices, somos absolutamente libres y existe el libre albedrío o estamos totalmente determinados a ser de una manera u otra. En fin, si somos responsables de nuestro destino o no tenemos responsabilidad alguna. Por lo pronto sabemos que tenemos un código genético que nos hace proclives al cáncer, al alcoholismo, etcétera, pero existe una amplia y compleja discusión acerca de temas tan importantes como la consciencia, si guardamos una gramática neuronal sobre intuiciones morales o estructuras éticas.

Planteado en otros términos, si sólo el conocimiento nos puede hacer virtuosos o vivimos determinados por nuestras posibilidades neuronales de conocimiento. Qué tiene que ver nuestra estructura neuronal con ser más inteligentes, es decir, capaces de conocer más, o si estamos determinados por esa estructura neuronal a conocer poco y con poca velocidad. Así como este es el siglo de la tecnociencia, también este es el siglo en que el cerebro...

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