Juan García de Quevedo / Partidos y sociedad

AutorJuan García de Quevedo

Los partidos están en crisis fundamentalmente porque sus élites existen para sí, de acuerdo con la lógica estricta de sus personalísimos intereses. El abandono de la ciudadanía a lo partidista, a lo político, se debe esencialmente a que se ve abandonada en todo tiempo, excepto en las festividades electorales donde se usa y abusa de su participación. Esto ha creado una ciudadanía de bajísima intensidad porque siente que los partidos y los políticos en nada influyen en su día a día.

Hace tiempo que partidos y políticos perdieron toda credibilidad porque no han sido capaces de renovar su discurso político y menos las agendas concretas en caso de ser elegidos.

Por otra parte, el binomio corrupción-impunidad ayuda a ese terrible y peligroso alejamiento del ciudadano de todo lo que signifique política. Me parece que las élites políticas no han cobrado consciencia del peligro que significa vivir en un monólogo constante, y en última instancia, las élites partidistas viven de la mutua protección porque saben perfectamente bien lo que se necesitan para sobrevivir.

No es que sociedad y élites políticas vivan en un profundo desacuerdo, es que viven en una profunda indiferencia una de otra. Las élites políticas poco o nada representan y la sociedad permanece muda ante sus desmanes y escándalos. Viven en un mutuo silencio. Un ejemplo: aun sabiendo que el 65 o 70 por ciento de la población no estaba de acuerdo con la reelección, Gustavo Madero la incluyó en su desafortunada reforma electoral. Espero equivocarme pero pienso que nada bueno traerá.

Otro ejemplo: los partidos le dieron al INE tal cantidad de atribuciones y candados que difícilmente podrá cumplir con su misión. Por otro lado, el verdadero dueño del INE son los partidos, no los ciudadanos. Por lo tanto, veremos spots y miles de spots en la televisión y la radio y luego los famosos chismes en periódicos. Nada serio, nada importante, nada que pueda romper con este gremio mediático que manda y ordena quién debe ganar. Y para cerrar diremos que la importancia del dinero es decisiva en los asuntos políticos, aparte de que los ciudadanos nos dedicamos a financiar a los partidos y las instituciones con cantidades tan grandes que las elecciones en México son de las más caras del mundo. Nuestra...

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