Juan García de Quevedo / A rajatabla

AutorJuan García de Quevedo
  1. - Las cabezas rodaron. Ugalde y otros dos, los primeros. Los consejeros se van. El PRD logró una demanda hace tiempo anunciada. El PRI ajusta cuentas con la Maestra. Y suponemos que el PAN sacará su reforma fiscal. Se decapitó a los ciudadanos consejeros por buenas o malas razones. El PRD gana y el PAN pierde porque algo oscuro y maloliente sucedió en la elección. Hay muchas formas de ver este asunto pero la sospecha de la legitimidad de Calderón aumenta. Lo grave es que también parece que se trabajó para una reforma constitucional con un objetivo único: la destitución de los consejeros. Una reforma constitucional con un propósito específico y un destinatario. Este procedimiento lo puede hacer el Congreso pero que deba hacerlo es otra cosa. Recuerdo la reforma constitucional que se hizo para el "niño verde" reduciendo la edad para que fuera senador y ayudara al PRI contar el juicio político a Madrazo. De que se puede, se puede; de que se debe, esa es otra cosa. De que los arreglos políticos pueden todo, ese es también otro asunto. Lo que no acabo de entender es qué gana el PAN porque para la mayoría de la gente, si corrieron a los consejeros es porque algo hicieron mal y muy mal. Y si lo que ganó es la reforma fiscal, bastante cara le va a terminar saliendo. Lo importante es la percepción colectiva que queda después de tamaño escándalo.

  2. - Respecto a la lucha entre telecracia y partidocracia, me da la impresión de que son juegos artificiales. Es claro que las televisoras dejarán de ganar esas impresionantes sumas de dinero y también dejarán de ser los factores decisivos en las contiendas políticas pero por otro lado no entiendo cómo podrá enterarse la gente de los candidatos que van a votar si no es por la radio, la TV y la prensa. Pero hablando de la TV, no estoy tan seguro de que ésta hizo malos a nuestros políticos o nuestros políticos ya eran bastante malitos, sólo que los veíamos demasiado tiempo. Para mí la TV es extraordinaria siempre y cuando se use bien. Es decir, en lugar de los spots tontos donde los candidatos decían dos frases como anunciando detergentes, sería bueno que aumentara considerablemente el número de debates. Debates entre ellos y con periodistas que no fueran complacientes. Así el gran público de las ciudades y la República exigiría mayor competencia y calidad de los contendientes. Una TV y clase política que no nos jugara el dedo tratándonos como tontos. Que se transforme radicalmente la aparición del político...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR