Juan Pedro Oriol / Los descartados

AutorJuan Pedro Oriol

"Dejar con vida a un ser que no fuese sano y fuerte desde el principio, no resulta beneficioso ni para el Estado ni para el individuo mismo".

Plutarco, el gran historiador griego, ha sido uno de los personajes que contribuyó a extender la creencia de que los espartanos despeñaban a los recién nacidos con deformidades. De acuerdo con él, nada más nacer, el niño era examinado por una comisión de ancianos, los que determinaban si era hermoso y de constitución robusta. Si no era así, lo llevaban al Apóthetas, una zona barrancosa al pie del monte Taigeto -al sur de Grecia-, donde se le arrojaba o abandonaba en la cima.

Alrededor de la historia que cuenta Plutarco en su libro Vidas Paralelas, se han entretejido versiones menos salvajes que, hasta la fecha, señalan que todo se trata de una "leyenda negra" en contra de los espartanos. Sin embargo, no hay razón para dudar de Plutarco.

Hace diez días, el triste desenlace de Vincent Lambert sacudió al mundo. El paciente francés tetrapléjico y en estado vegetativo a raíz de un accidente de tráfico, al que tanto el Consejo de Estado francés como jueces, médicos y algunos miembros de su familia decidieron dejar de alimentarle e hidratarle, ha muerto de la forma más desgarradora.

Vincent era un hombre discapacitado, no un enfermo terminal. Sus padres se hacían cargo de él y lo atendían con amor descomunal. Pero por más que lucharon ante tribunales, organismos internacionales y contra la misma esposa de su hijo -quien movió todo para dejarle morir-, no lograron nada. Hoy, Vincent ha muerto. Y la discrepancia sigue latente. ¿Eutanasia? ¿Muerte provocada? ¿O realmente fue el fin a un ensañamiento terapéutico?

"De niño, en la escuela me enseñaron la historia de los espartanos. A mí me impactaba lo que nos contaba la maestra, que cuando nacía un niño con una malformación lo llevaban a la cima de un monte y lo arrojaban. Nosotros, los niños, decíamos: ¡qué crueldad! Hermanos y hermanas: ¡nosotros hacemos lo mismo! Con más crueldad, con más ciencia. Aquel que no sirve, que no produce, lo descartamos. Esta es la cultura del descarte. Los descartados...

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