Juan Pedro Oriol / Como una madre amorosa

AutorJuan Pedro Oriol

Hace tres meses y medio, el Papa Francisco en su conferencia de prensa durante el vuelo de regreso a México sentenció: "Un obispo que cambia un sacerdote de parroquia cuando se detecta una pederastia es un inconsciente, y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia, ¿está clarito?".

Hoy, el Papa Francisco vuelve a ocupar las portadas de periódicos y revistas. Desde hace tiempo, él venía preparando el paso que dio ayer en contra los abusos del clero a menores firmando y publicando la Carta Apostólica Motu Proprio "Como una madre amorosa".

Una vez más, el Papa hace ver al mundo su actitud de tolerancia cero reforzando las medidas contra los casos lamentables que ya conocemos. Y él mismo lo ha dicho así: "Aunque el Derecho Canónico ya prevé la posibilidad de apartar del trabajo eclesiástico por causas graves, esta carta quiere precisar que entre dichas causas graves está la negligencia de Obispos en el ejercicio de su misión".

El documento papal establece desde el primero de los 5 capítulos que lo conforman que el obispo diocesano, los Superiores Mayores de Institutos Religiosos y de las Sociedades de vida apostólica de Derecho Pontificio, puede ser "legítimamente removido de su cargo" si haya, por "negligencia", realizado u omitido actos que hayan provocado un grave daño a otros, sean personas físicas o comunidades. El daño podría ser físico, moral, espiritual o patrimonial.

El Papa Francisco no ha querido dejar ninguna clase de resquicio en este momento histórico porque si la Iglesia es imagen de Dios y se le confía a su cuidado los más pequeños e indefensos, siempre debe amarlos, acogerlos, tratarlos y respetarlos como una madre amorosa.

La Congregación de la Curia romana llevará a cabo las investigaciones puntuales y exhaustivas cuando se señale una falta grave en contra del Obispo diocesano. Se notificará al interesado y se le pedirá que entregue documentos y testimonios que avalen lo contrario.

Cada uno de los pasos de la investigación le irán siendo comunicados. Y durante el proceso se le concederá la libertad para encontrarse con los Superiores de las Congregaciones. La Congregación asumirá la decisión final en sesión ordinaria, previa aprobación específica del Romano Pontífice, quien será asistido a la vez con un Colegio de juristas. La Congregación dispondrá emitir el decreto de remoción, o bien, exhortar al Obispo a que presente su renuncia en un lapso no mayor a 15 días.

Todo esto resulta más una motivación y un compromiso...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR