Juan Pedro Oriol / Personas de paz

AutorJuan Pedro Oriol

En medio de toda esa campaña mediática desatada en contra de la Iglesia en estas semanas, y en medio de tantos dolores que nos afligen pero que no han llegado ni llegarán a desalentarnos en el camino, el Santo Padre afirmó los pasados días santos que los cristianos debemos ser personas de paz. Y que la paz que nosotros buscamos y promovemos es la que nace de la lucha por la justicia.

Es un hecho. El mundo nunca será capaz de brindarnos la paz que buscamos, especialmente en estos tiempos en los que los corazones alejados de Dios, enfrascados en sí mismos, siguen perdiendo la cabeza. Las noticias sobre la violencia, la muerte, el maltrato infantil y el odio racial se repiten semana con semana, apareciendo ya en cualquier punto geográfico del planeta. Nos entristece sentir la impotencia del no poder hacer nada para remediar al momento el dolor de los que sufren. Y aunque pedimos a Dios por ellos, apenas cicatriza una herida cuando se nos abre otra. Podría decirse que es parte de la dinámica de esta vida. Pero si en nosotros está darle un giro, habríamos de dárselo sin pensarlo más.

Estos días, en medio de gratas jornadas misionales en lugares recónditos de México, he podido constatar que la paz reina donde Dios tiene cabida. Se vive en paz donde hay corazones humildes y sencillos, que han recibido la luz del evangelio y donde hay manos y pies que lo ponen en práctica. Ya lo decía el Papa en su homilía este jueves Santo, al remembrar la vida de los primeros cristianos, quienes solían adornar las tumbas de sus difuntos con la corona de la victoria y el ramo de olivo. La corona era prueba contundente de que Cristo había vencido a la muerte. Y el ramo de olivo representaba esa paz de Cristo en la que ya descansaba el cristiano fallecido. Quienes viven con Cristo en su corazón son justos y bienaventurados, como Él mismo lo dijo. Y son capaces de hacer que reine la paz a su alrededor.

Si en el mundo no existe la paz verdadera, es porque no hay justicia. El materialismo aunado al consumismo pragmático atiborran a las personas de sí mismas. Es entonces nuestro momento. Es entonces cuando debemos recordar la invitación que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR