Juan Pedro Oriol / Tensiones importantes

AutorJuan Pedro Oriol

Una semana plagada de tensiones internacionales que nos deben hacer pensar.

Por un lado, el contexto social que vive Chile. Por otro, las guerrillas extremistas catalanas que quieren dividir España y la exhumación de los restos de Franco, aprobada por el Tribunal Supremo, pero sobre todo motivada por ese resentimiento evidente del presidente Pedro Sánchez y del sector más izquierdista que aún no perdona al bando nacional que ganó la guerra civil hace casi un siglo.

También se ha dado cierta tensión en la Iglesia con el Sínodo de la Amazonía que concluyó ayer con la aprobación de la propuesta de poder ordenar sacerdotes a hombres casados en las zonas más aisladas, incluida en el documento final que fue votado por los obispos y que ha sido uno de los temas más controvertidos en estas tres semanas.

Chile: incendios, saqueos y manifestaciones han activado el estado de emergencia en 15 regiones del país desde el fin de semana anterior, lo que ha provocado que se decrete toque de queda y la puesta en marcha de medidas como sacar a los militares a las calles.

Ayer, el presidente Piñera anunció dos decisiones con las que busca recuperar oxígeno político: pidió la renuncia a todos sus ministros y levantó a partir del domingo el "estado de emergencia".

Pero pasan las horas y sigue creciendo la preocupación por la extrema violencia. El viernes, una marcha histórica y pacífica por el centro de Santiago reunió a 1.2 millones de chilenos.

Exigen poner freno al aumento de la delincuencia, facilitar el acceso a una vivienda propia, frenar el alza en los precios de los servicios básicos, mejorar las pensiones de jubilación y el sueldo mínimo.

"Chile despertó". Las protestas estallaron cuando el gobierno decidió incrementar el pasaje del Metro de Santiago hace poco más de una semana. Según datos de la Fiscalía, el saldo está siendo desastroso: 20 muertos, mil 100 heridos y 6 mil detenidos.

El gobierno de Piñera anunció algunas medidas sociales donde se incluye el mejoramiento salarial y el alto al alza del precio del transporte público. No sabemos cómo terminarán estas tensiones. Chile es uno de los países más desarrollados y más cultos de América, pero también es un país muy politizado y dividido entre izquierdas y derechas, división que siempre termina dañando el tejido social de una nación.

Lo que sí es seguro es que la paz social en Chile sólo se podrá construir sumando buenas voluntades y contribuyendo eficazmente en la construcción del bien común.

La...

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