Juan Pedro Oriol / Tony Blair y las vacaciones

AutorJuan Pedro Oriol

Desde el año 2007, y tras su conversión al catolicismo, el ex Primer Ministro Británico Anthony Charles Lynton Blair -mejor conocido como Tony Blair- ha permanecido en el ojo del huracán.

A pesar de seguir siendo una figura pública y de desempeñarse como asesor de diferentes empresas en los cuatro continentes, Blair se ha dedicado a defender la tesis que dice que el mundo se está haciendo más religioso, aunque muchos pensadores ilustrados hayan sostenido que fe y religión se encontraban en estado de declino y que estaban siendo sustituidas.

A muchos -sobre todo en la Inglaterra que hoy va a conquistar Rafa Nadal-, no les han gustado para nada las tesis y los argumentos que el ex Primer Ministro se ha encargado de transmitir, y con mayor pasión los últimos meses, que constituyeron el cuerpo de una entrevista que en días pasados reprodujo un diario italiano.

Lo primero que Blair ha estado buscando es desmentir aquello de que la religión es sinónimo de superstición. En Europa, como en otros lugares del mundo, se está redescubriendo ese aspecto de la fe que tiene que ver con la creación de una base moral para la vida.

Un botón de muestra: la Jornada Mundial de la Juventud, que sigue siendo prueba fiel de que para los jóvenes la fe sigue siendo una de las mayores fuerzas, y que además de mover al mundo de hoy le da cierto acomodo y orden a las cosas.

Aunque exista una amplia desilusión con las organizaciones religiosas oficiales, Blair afirmó que al menos en Europa existe todavía un profundo deseo de plenitud espiritual, por la cual hombres y mujeres reconocen tener una necesidad doble: la necesidad de trascender al cruzar el umbral de esta vida y la necesidad de la existencia de un Ser Supremo que protege, vela y no abandona.

Este deseo profundo puede ir destruyendo poco a poco el secularismo extremo, que puede continuar carcomiendo mentes y corazones simplemente anunciando que quienes creen en Dios y en una vida después de ésta son llana y simplemente supersticiosos.

Lo que resulta también interesante, entre los pensamientos de Blair, son dos ideas que al final de la entrevista él aborda. La primera es la alfabetización religiosa, que consistiría en conocer y aprender a sensibilizarse con las personas de otra fe para fomentar un mayor respeto. Y la segunda, el diálogo...

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