Juan Villoro / Cómo atropellar al Quijote

AutorJuan Villoro

Mazatlán es el extraño paraíso que ha convertido una enfermedad en un placer. Ahí los coches sin puertas ni ventanas que recorren la costa se llaman "pulmonías".

No ha faltado vida cultural en una ciudad que es sede del grupo de danza Delfos, el teatro Ángela Peralta, varias universidades, librerías, radio ciudadana y escuela náutica. Durante el carnaval se entrega el Premio Mazatlán, fundado por el escritor y periodista Antonio Haas, que ha sido recibido por José Gorostiza, Ricardo Garibay, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, José Emilio Pacheco y Vicente Leñero, entre muchos otros.

En 1997 un grupo orgullosamente bohemio decidió organizar una feria del libro sin más recursos que el entusiasmo y las siglas de la iniciativa: FELIART. El inventor del proyecto fue el novelista José Luis Franco, convencido de que la promoción cultural pertenece a la caballería andante. Autor de la novela Quién habita el Ángela Peralta, se dispuso a conseguir no sólo el apoyo de las transitorias autoridades, sino de los perdurables fantasmas de la ciudad.

Asistí a esa primera feria donde el fervor por la lectura superaba a las condiciones materiales para llevarla a cabo. La gente aportaba mesas y sillas de sus casas, los autores llegábamos con nuestros libros bajo el brazo y un magnavoz circulaba de mano en mano para que algún escritor se convirtiera en pregonero de otro.

Nada de esto hubiera sido posible sin la infatigable labor de Luis Alonso Enamorado, personaje de ficción que por azar vive en la realidad. Vestido enteramente de blanco, con saco, chaleco y sombrero, Enamorado llegó al bar donde combatíamos el calor con unas cervezas y alguien lanzó este grito de ingenio: "¡El muñequito se salió de la rosca!". El origen del escudero de Pepe Franco es aún más sorprendente. Huyó de la guerra de El Salvador después de ver morir a su madre y llegó a pie hasta Tijuana, donde pensó en pasar al otro lado hasta que la Patrulla Fronteriza lo hizo cambiar de opinión. En Mazatlán se integró al ambiente con sus ropas de trompetista de jazz y su habilidad para convertir el afecto en una forma de la economía. Fundó un periódico turístico que lo especializó en intercambios (los restaurantes se anuncian a cambio de comida y los hoteles a cambio de alojamiento). Era la persona ideal para conseguir cualquier cosa: FELIART nació "de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR