Juan Villoro / Tabla periódica

AutorJuan Villoro

El pasado puede ser visto como un presidio del que escapaste de milagro. De manera asombrosa, el tiempo anula situaciones que parecían insalvables. Una de ellas fueron las clases de Química: no tengo la menor idea de cómo aprobé una materia de la que nunca supe nada y de la que sólo recuerdo el olor ácido del aire después de una explosión.

Por inseguridad pensamos que lo que no nos interesa es esencialmente ajeno a nosotros. No puede ser el caso de la Química. ¿Cómo negar la importancia del oro, el titanio, el fósforo o el hierro? Es difícil despreciar a los ingredientes del universo, pero es aún más difícil apreciar sus números atómicos.

Como el destino es raro, mi verso favorito en la literatura mexicana tenía que ver con el curso que nunca entendí. López Velarde describe así la fulgurante mirada de una mujer: "ojos inusitados de sulfato de cobre". Sin embargo, mi verdadera "conversión" llegó con El sistema periódico, relatos autobiográficos del químico y escritor Primo Levi.

Los ciento cincuenta años de la Tabla Periódica que Dmitri Mendeléyev organizó en 1869 coinciden con el centenario de Levi, nacido en 1919 en Turín, en una casa de la avenida Re Umberto que sólo abandonó cuando fue deportado a Auschwitz y con su suicidio, en 1987.

En El sistema periódico, Levi encuentra equivalencias entre los elementos y las personas que decidieron su vida. El argón, gas noble cuyo nombre significa "inactivo", le sirve para describir a sus antepasados, capaces de soportar presiones extremas con una paciencia que es otra forma de la energía y de la que pueden saltar chispas. El potasio lo alerta sobre el nocivo efecto que las cosas mínimas pueden tener en otras sustancias, es decir, en los demás. El hidrógeno, en cambio, es el amigo cómplice, la levedad que complementa a alguien taciturno. El plomo, metal cansado, provoca búsquedas insaciables que se transmiten de generación en generación y representan el peso de la herencia. El níquel, escondido al fondo de una mina, permite entender que la riqueza es recóndita y que su tenue resplandor puede destacar en la basura. El inestable mercurio parece no servir por sí mismo; necesita "casarse" para encontrar su auténtica personalidad. El cerio, perteneciente a la zona de las tierras raras, semeja una "mercancía secreta" y es gracias a este elemento que Levi sobrevive en el campo de...

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