El juego de la estimulación

AutorMaría Fernanda Torres

Los juguetes son herramientas esenciales para estimular al bebé desde temprana edad, ya que favorecen el desarrollo de sus habilidades motoras.

No se trata de saturarlo de estímulos, sino de ofrecerle los más adecuados a su edad y capacidades, porque en cada una de sus etapas presenta necesidades distintas a nivel cognitivo, social y emocional.

"A través de la estimulación temprana ayudamos a los bebés a desarrollar sus habilidades y capacidades", señala Myriam Santoscoy Contreras, coordinadora de estimulación temprana de Play Grow.

"Además, mediante los juegos los papás están en contacto con sus hijos y aprenden a entender sus necesidades, inquietudes, deseos y a identificar cuáles son las habilidades que necesitan desarrollar o reforzar de acuerdo a su edad".

Estimular a los bebés en las primeras etapas de su infancia favorece su creatividad, seguridad y autoestima.

"Desarrollan mucho su autonomía, su capacidad de socializar y de integrarse fácilmente a un grupo, también aprenden a compartir con otros niños y a solicitar ayuda cuando lo necesitan", comparte la psicóloga.

"Se nota cuando los niños son estimulados desde temprana edad, porque saben escuchar, dicen lo que sienten en el momento y son más tolerantes a la frustración".

En los tres primeros meses de vida se recomiendan juguetes coloridos y sonoros como pelotas de colores, sonajas coloridas y móviles musicales.

De los 3 a los 6 meses se sugiere estimular el área táctil y la coordinación motora gruesa del bebé con juguetes visuales y auditivos de diferentes texturas, como mordederas para la dentición, sonajas en materiales de plástico, tela o goma, móviles que lo motiven a estirar sus brazos para tocarlos y artículos con espejos irrompibles.

"Los juguetes de esta etapa están diseñados para que el bebé pueda tomarlos con sus manos y manipularlos con facilidad. Esto le permite desarrollar su motricidad gruesa", indica Santoscoy Contreras. "Generalmente son juguetes grandes y lavables que no implican riesgo cuando el bebé se los mete a la boca".

En la etapa de los 6 a los 9 meses, cuando ya puede sentarse y comienza a gatear, se sugieren juguetes de diferentes texturas que pueda apilar, insertar o encajar, así como aquellos que al ser accionados por algún botón o manija tengan un efecto musical, visual o de sorpresa, como la aparición de un muñeco.

"A esta edad el bebé reconoce sensaciones táctiles, olores y sonidos, y los juguetes como bloques de construcción, rompecabezas de piezas...

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