Jugaba a la maestra
| Autor | Vania de Dios |
Desde niña jugaba a ser maestra. Los alumnos: las macetas de su patio. Las acomodaba una al lado de otra, Zenaida se paraba al frente y con voz firme y fuerte comenzaba a impartir su clase, como lo hizo después durante más de 60 años.
"Yo (les decía) 'helecho, pasa al pizarrón', ' begonia, esto o lo otro", dice seria y mueve el dedo índice como si estuviera hablándoles a sus verdaderos alumnos.
Zenaida Gutiérrez Vázquez tiene 94 años de edad, y asegura que siempre quiso ser profesora.
"Sí, porque lo sentía y si me muero y vuelvo a nacer, vuelvo a ser maestra", dice la Seño Chena, como llaman a la maestra nacida en Tapalpa, Jalisco un 2 de marzo de 1909.
A Guadalajara llegó cuando tenía un año de nacida. Sus estudios los hizo en esta ciudad. Entonces, las escuelas eran igual que ahora y también la misma cantaleta, dice la Seño Chena.
"Mejorar la educación y otros métodos, pero estamos igual", platica, "los nuevos (maestros) pasaron por nuestras manos, quiere decir que siguen igual que nosotros".
Pero no sólo profesores pasaron por las aulas donde Chena dio clases, también tuvo varios alumnos que ahora son políticos a quien la maestra les enseñó a perderle el miedo a las matemáticas.
"Siempre hay un grupo de muchachos que siempre se acercan más a ti, que seguro les inspiras confianza y yo siempre tuve los políticos", dice orgullosa.
"Carlos Rivera Aceves, Gobernador (de Jalisco), si se te hace poco todavía puedo seguir adelante", presume, se ríe y continúa, "Eugenio Ruiz Orozco, que casi fue Gobernador".
Otro de sus alumnos a quien recuerda con cariño es Juan Alcalá Espitia.
"Los que llegaban conmigo le perdían el miedo a los números, y eso me lo repiten todavía los muchachos, ya son grandes, pero yo les digo muchachos", platica.
Las diferencias que podría haber, dice, entre las escuelas de hace más de medio siglo y ahora, es que antes todos caminaban para ir a la escuela y no viajaban en automóvil; además, no había tanta exigencias con el vestuario como ahora.
"No teníamos los libros, ni la mochila, ni nada, una bolsa que nos hacían y ahí metíamos nuestros cuadernos y para los cuadernos se compraba el papel y luego nosotros los cosíamos", y cuenta sobre las mochilas que cosían ellas mismas con retazos de tela.
Platica que impartió la materia de matemáticas a estudiantes de primaria y luego en secundaria. Incluso, su trabajo de tantos años dentro de un aula le valió para que la secundaria 2 para señoritas, hoy 57 mixta, lleve su nombre.
"Es...
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