Julia Carabias / Huracanes y cambio climático

AutorJulia Carabias

La temporada de tormentas tropicales, ciclones y huracanes arrancó con un meteoro que impactó profundamente a los Estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila: el huracán "Alex". El saldo inmediato a su paso ha sido el de ríos desbordados; presas desfogando por haber rebasado su capacidad máxima; poblaciones inundadas y aisladas; miles de personas evacuadas; deslaves; derrumbe de infraestructura; carreteras, caminos y calles destruidas; y víctimas humanas. Las escenas que hemos presenciado en los medios masivos de comunicación son dramáticas. En contraste, para el mediano plazo, el aporte de este meteoro en esta región de escasos recursos hídricos será el incremento en la disponibilidad de agua durante algunos años para el beneficio de la población humana y de los ecosistemas naturales.

Los fenómenos hidrometeorológicos extremos han sido parte del desarrollo de las sociedades humanas, pero los acontecimientos de los últimos 50 años sugieren que existe un aumento de la frecuencia e intensidad de estos eventos extremos, los cuales están correlacionados con el cambio climático.

El informe de la Comisión Económica para América Latina y del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente "La sostenibilidad del desarrollo en América Latina y el Caribe: desafíos y oportunidades" (2002) muestra que las compañías aseguradoras reportan que: entre 1988 y 1996 se registraron 15 eventos cuyos costos fueron superiores a mil millones de dólares por evento; que en la década de los 90 se triplicó el número de catástrofes por fenómenos naturales con respecto a la década de los 70; y que se ha incrementado en nueve veces el monto de las pérdidas económicas. De estos eventos, 90 por ciento de las víctimas y 85 por ciento de las pérdidas económicas están determinadas por el clima, y 90 por ciento se ubican en los países en vías de desarrollo.

Las condiciones geográficas, orográficas, hidrológicas y climáticas de México, atravesado por sierras, rodeado de mares, océanos y golfos y ubicado en una región intertropical, contribuyen a que el país esté expuesto a eventos hidrometeorológicos extremos que pueden convertirse en situaciones de desastre.

El Programa Especial de Cambio Climático de México (PECC 2009-2012) reconoce que nuestro país es uno de los más vulnerables del mundo debido a que 15 por ciento de su territorio nacional, 68.2 por ciento de su población y 71 por ciento de su PIB se encuentran altamente expuestos al riesgo de impactos directos adversos...

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