Del otro lado de la barra

AutorAimée Muñiz

En algunos sitios, más allá de la oscuridad, donde rige la luz, está la barra y detrás de ésta su custodio: un tipo (en ocasiones tipa) que prácticamente lo sabe todo, pues a pesar de que muchas veces es joven ha escuchado hasta las historias más escabrosas de esta ciudad.

La mayoría de las veces es el amo y señor de las botellas, los refrescos, los jugos, el agua, los hielos, los vasos, las copas, los caballitos, la licuadora y quién sabe qué otras cosas desconocidas para los que estamos de este lado de la barra.

Se le conoce como barman o cantinero, y en mucho interviene para que el resto de la gente encuentre en ese sitio un lugar para pasar el tiempo, aunque claro que la música también es elemental, pero si no te gusta lo que te dan de tomar, ¿qué caso tiene seguir ahí?

Una característica importante de los barmans es la atención que dan al cliente. Es elemental, así que el que se sienta en la barra podrá encontrarse con una persona amable y dispuesta a escuchar, por más chamba que tenga. Así, los barmans se han hecho de quizá miles de historias y chistes.

Historias de barra

Lo que sucede en las películas: un hombre tomando del "pomo" y contando sus penas al cantinero, es la "pura" verdad. Esto se da en casi todos los bares donde la barra atiende directamente el cliente.

En el Hard Rock, Planta Baja, Los Equipales y Ienttí esto se da con frecuencia, y los barmans ya saben que deben poner atención a sus clientes y, aunque no les puedan dar una solución a sus problemas, escucharlos en la medida de lo posible.

Fernando Velázquez, del Hard Rock, señala que hay gente que se esconde tras una copa. Va al bar y te cuenta sus penas, alegrías y experiencias; en esto el deber del barman es entablar conversación, no ignorarlo y darle la copa. Hay que hacerla de psicólogo, de padre y de todo.

"He tenido la suerte de que me cuenten sus problemas. Me gusta ponerles atención y tal vez darles consejos. Si puedes, ¿por qué no dárselos? Esa gente es muy sensible, me ha tocado gente con problemas muy serios, y si le das el avión puede tener algo más serio", dice Paco Maldonado, de Planta Baja.

Aunque no tenga solución clara para los problemas de la gente, a Arturo Esteban Flores, cantinero de Los Equipales, le gusta escuchar a la gente "cuando hay chance de platicar", porque a veces tiene que entrarle también a la "mesereada" y no es posible hacerlo.

"Hay gente que llega a contar sus penas; no les puedo solucionar el problema, aparte de que a veces no hay...

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