Los 'latidos del bosque'
| Autor | Pedro Berruecos |
Texto y Fotos: Pedro Berruecos
Colaborador Especial
Puedes elegir entre Puebla y Tlaxcala y, en ambos lugares, encontrarás bosques a los que estas maravillas voladoras acuden cada año a repetir su ciclo de apareamiento, regalándonos experiencias que, en verdad, nos llenan el alma pero, sobre todo, nos ayudan a conectarnos con la naturaleza y uno de sus ecosistemas más delicados y asombrosos, como el de las luciérnagas.
Muchos factores intervienen para tener un buen avistamiento. La humedad, la lluvia, la luminosidad de la luna en sus distintas fases y, también, la intromisión del ser humano en este proceso y sus paisajes.
Antes de visitar el santuario de las luciérnagas, es preciso entender una cosa muy simple: es un santuario y, como tal, debe ser respetado. Así como no vas a gritar al templo -sea cual sea tu religión- o a jugar futbol, el santuario de las luciérnagas tiene también una serie de normas que deben ser observadas.
Algunos son del más elemental sentido común, como no usar repelentes para insectos, tirar basura o encender fogatas o cigarros. Desafortunadamente, sabemos que el sentido común, a veces, es el menos común de los sentidos, por lo que hay que recordarlo constantemente.
Hay otras normas más puntuales. Por ejemplo: en tiempos de la selfie y el Instagram, muchos quieren llevarse la foto para presumir en sus redes sociales, haciéndose fotos que no sólo encienden la pantalla de sus teléfonos, sino que muchas veces lanzan luces de enfoque o, peor aún, disparan el flash.
Las luciérnagas se comunican en su proceso de apareamiento precisamente a través de la luz que emiten. Cualquier fuente de luz adicional las confunde y perturba el proceso y, por tanto, las condena a la larga.
Debido a lo anterior es muy importante resaltar lo siguiente: no pierdas tiempo haciéndote la foto; aprovéchalo conectándote con la naturaleza. En pocas palabras: desconéctate para conectarte y ¡disfrútalo!
El avistamiento dura alrededor de una hora. Inicia cuando cae la noche, entre las 20:00 y las 20:30 horas y termina entre las 21:00 y 21:30 horas.
Durante ese tiempo, verás cómo de repente, se enciende una, y luego dos, y luego 10, 100, y luego 15, y 100, y así sucesivamente. Pero también, si pones atención y sigues la sugerencia de guardar silencio y concentrarte en la maravilla que tienes enfrente, notarás cómo se sincronizan, se encienden y apagan al mismo...
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