Leyenda, genio y figura
| Autor | Edgar Contreras |
La leyenda de Ignacio Trelles, quien hoy cumple 98 años, nació cuando su padre se mudó de Guadalajara a la Ciudad de México por cuestiones laborales.
A Amador Trelles le desagradaba el futbol. Quería que su hijo siguiera sus pasos como ingeniero mecánico electricista. Nunca imaginó que en el viaje en tren a la capital, a Nacho le llamaría la atención ver a unos niños jugando con un balón y que ya en la colonia San Miguel Chapultepec no se hablaría de otra cosa.
Esa fue la primera, de muchas circunstancias, por las que el futbol eligió a Nacho Trelles, el técnico más ganador en México con 15 títulos, siete de ellos Ligas.
"Vine a dar a una zona donde el futbol prevalecía, ni modo de ponerme a jugar otra cosa", recordó el timonel.
Así fue como en una ocasión Nacho y su palomilla acompañaron a su amigo Daniel Pérez Arcaraz a una prueba en el Necaxa y él la hizo de recogebalones, pero se quedó con el puesto porque su técnica le gustó a Gaspar Rubio, un español que huyó de la Guerra Civil.
Nacho dejó entonces el trabajo con su padre en una fábrica de indumentaria para el Ejército.
"Se decepcionó mucho, pero qué bueno porque ya con el tiempo reconoció la realidad y se le olvidó el coraje".
No fue infructuoso el trabajo en la fábrica. Ahí Trelles conoció a Consuelo, el amor de su vida y a un amigo que años después lo invitaría a debutar como técnico en el Zacatepec.
Antes probó suerte como futbolista, pero ese no era su destino.
A los 31 años, en el primer partido con Atlante, se enfrentó al Marte de su ex compañero en el Necaxa, el portero Ángel "El Pulques" León.
Una fuerte entrada del guardameta le rompió la tibia y el peroné a Nacho. Adiós a su carrera como jugador. Apostó por el primer curso en México para ser DT.
Así nació el hombre que ganó con el Tri el primer punto en Mundiales, ante Gales en 1958 (al lado de López Herranz), y obtuvo la primera victoria frente a Checoslovaquia, en 1962, el que obtuvo dos Ligas con Zacatepec, Toluca y Cruz Azul, y otra con el Marte.
Aquel que, también, se caracterizó por su picardía a la hora de romperle el ritmo al rival al lanzar otro balón en la cancha, invadirla, fingir una lesión, pero también por ser reconocido como un precursor de los sistemas, un adelantado a su época.
¿El futbol lo eligió?
"Parece que así fue. Claro que era muy cascarero en el deporte, jugaba bien futbol, basquetbol, volibol, frontón, era yo un vago. Después, el futbol me capturó".
Deja Trelles su sello
Ignacio Trelles debutó con...
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