Tienen los libros, pero faltan lectores
| Autor | Rebeca Pérez |
Las librerías institucionales tienen acervos diversos y para todos los gustos, pero les faltan estrategias de promoción, concuerdan editores locales que exhiben sus productos en esos recintos culturales.
"La librería Mariano Azuela me gusta mucho y no nos cobran comisión, lo malo es que la gente no va a comprar ahí, siempre está solo; son muy puntuales para pagar a las editoriales, pero parece ser que no tienen más espacio para libros nuevos; siempre que hay novedades literarias trato de llevarlas", manifiesta el director de La Zonámbula, Jorge Orendáin.
El fundador de Editorial Arlequín, Felipe Ponce, concuerda y resalta que a la librería Azuela, que depende de la Secretaría de Cultura, le faltan estrategias de difusión, así como de comercialización, para llamar la atención de diversos públicos.
"La librería de la Secretaría (de Cultura) es beneficiosa para nosotros, porque nos quedamos con el total de las ventas, pero la siento un poco olvidada, tiene muy buen personal, está en una ubicación estratégica, pero no se anuncia cuando hay novedades, ni se hacen promociones, ni estrategias para atraer a la gente", manifestó Ponce.
La librería, que se ubica en el Ex Convento del Carmen, sobre Avenida Juárez, casi esquina con 8 de Julio, tiene pocas novedades.
El fondo editorial de la Secretaría de Cultura sí está actualizado, pero de las editoriales independientes de la Ciudad no hay tantos libros novedosos, porque, coinciden Ponce y Orendáin, a veces no renuevan sus títulos ya que no les representa un punto importante de ventas.
"Nos llega acervo a veces dos veces por semana, depende... a veces no llega, trabajamos con distintas editoriales y cada una de ellas es responsable de actualizar sus colecciones, pero a veces no lo hacen", comenta la encargada de la Mariano Azuela, Yolanda Rentería.
"A veces sí tenemos ventas, en un día vendemos 500 pesos, a veces un poco más, pero a veces la librería está sola, a veces no vendemos nada; al mes, en promedio vendemos 5 mil pesos; unos 40 libros a la semana".
La librería Educal también es otro espacio institucional, que depende del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
El recinto, que se encuentra en el Instituto Cultural Cabañas, tiene acervos actualizados y a veces, los visitantes al recinto Patrimonio de la Humanidad acuden al espacio a ver los libros, revistas y artesanías que ahí se ofrecen, pero sí falta difusión, resalta la encargada, Alicia Guzmán.
"No todos apreciamos lo que...
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