Operación Limpieza fue venganza

AutorAbel Barajas

MÉXICO.- La Operación Limpieza fue, en su origen, la venganza de tres militares contra los funcionarios que los investigaban por supuestos vínculos con el narcotráfico, dice Miguel Colorado González, quien estuvo preso más de 5 años y absuelto por este expediente.

En el camino, se cruzaron intereses de otra índole, como la necesidad del Gobierno mexicano de justificar ante Estados Unidos los apoyos de la Iniciativa Mérida, "coronando con espinas" una actuación punitiva en la que varios inocentes terminaron en la cárcel, dice.

Al ex jefe de los Servicios Técnicos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) le acaban de notificar la sentencia definitiva de un tribunal Unitario de Nayarit, donde le absuelven de toda culpa en este episodio llamado Operación Limpieza, convertido en el mayor fiasco judicial del sexenio pasado.

Ya sin ningún pendiente con la justicia, Colorado habla de lo que originó esta supuesta batida contra las supuestas redes de protección federal al Cártel de los Beltrán Leyva, un expediente que distintos jueces han calificado como fabricado.

El ex funcionario, hoy de 75 años de edad y con los pulmones al 33 por ciento de su capacidad por una fibrosis, cuenta que en octubre de 2007 el entonces Procurador Eduardo Medina Mora, a través de Mario Arzave Trujillo, entonces titular de la Unidad Antidrogas de la SEIDO, ordenó indagar a tres militares que trabajaban en su oficina.

Esos tres militares eran el Mayor Fernando Rivera Hernández, el único involucrado en la Operación Limpieza que hoy permanece tras las rejas, así como los oficiales Milton Cilia Pérez y Roberto García García, convertidos en testigos protegidos.

"¿Por qué ellos tres? Porque un informante del FBI que le llaman 'Base 6' o algo así, emitió el juicio de que ellos trabajaban con los Beltrán Leyva, cosa que se comprobó después porque cuando fueron detenidos eso declararon.

"El seguimiento de ellos fue en octubre de 2007, hay un seguimiento y se dan cuenta de que los seguían, porque además la gente que los investigaba trabajaba en la misma área", relata.

Según Colorado, para vigilar a estos militares adscritos en su oficina, comisionó a Antonio Mejía Robles, el jefe de la entonces Agencia Federal de Investigación de la SEIDO.

Su misión fue abortada a los tres días porque los sospechosos se dieron cuenta del seguimiento. Lo...

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