¿Estás listo?
| Autor | Cielo Mejía |
A los achaques se les relacionaba con padecimientos habituales de las personas en la vejez. Sin embargo, esto ha cambiado.
La diabetes, presión alta, depresión, ansiedad, el alcoholismo, insomnio e infartos son algunos de los males que ya no son exclusivos de los adultos o ancianos. Ahora, ya también atacan a los jóvenes.
¿No lo crees? Repasa rápido tu lista de amigos y conocidos.
Esto se debe a los cambios en los estilos de vida y la transformación del perfil de los jóvenes, lo cual los ha hecho más propensos a encarar situaciones en materia de salud a las que no se enfrentaron las pasadas generaciones.
En la actualidad, los jóvenes tienen altos niveles de ansiedad, por lo que han perdido el límite entre lo común y lo normal, indica la sicoterapeuta Angélica Lorena Solorio Martínez.
Es decir: ven los excesos en la violencia, tecnologías y en las adicciones -por ejemplo- como naturales.
Anteriormente, lo que buscaban era encontrarse con ellos mismos, pero ahora lo que quieren es conseguir aceptación en redes sociales, como Facebook y Twitter, destaca la sicóloga.
El uso de estas tecnologías también ha provocado que muchos jóvenes ya no busquen la compañía de sus padres o de sus pares, asegura Solorio Martínez.
"O duermen mucho o no duermen, o comen o no comen, y bueno, con las conductas adictivas a todos estos juegos que hay ahora, a los aparatos, a la telefonía celular, a la computadora, al Facebook, al Twitter (...); lo que vemos en ellos son unas manifestaciones muy claras de conductas compulsivas", explica.
A partir del 2008, los especialistas en sicología han detectado mayor número de chavos con adicción a la tecnología, los amigos virtuales y los celulares.
"Se han venido acostumbrando a tener convivencia obsesiva, continua, insistente con gente con quien de alguna manera realmente no tienen un vínculo afectivo", dice.
Los trastornos de ansiedad y los problemas del sueño son las enfermedades siquiátricas más comunes en los jóvenes.
"Anteriormente, los adolescentes defendían como su espacio, que era como su territorio, su individualidad, su lugar, el no ser invadidos, y realmente ahora permiten que se les invada su privacidad de otra manera (vía Internet). Creo que esa es la mayor pérdida que tenemos", expresa.
El estrés está provocando que más chicos presenten obesidad, gastritis, reflujo insomnio y sedentarismo.
"Han dejado de dormir, no duermen porque se la pasan jugando", señala Solorio Martínez, "cada vez tenemos mayor...
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