Llamado celestial

AutorJuan Carlos Molina

Fotos: Roberto Antillón

VALLE DE GUADALUPE, Baja California.- Degustar un buen plato y acompañarlo con el vino adecuado deriva en una experiencia memorable. Incluso, tras probar un sabor o detectar determinado aroma, el viajero recuerda momentos de su vida.

Evocar emociones, generar vivencias y atrapar conocimientos son algunas de las riquezas que obtienen quienes realizan un paseo enoturístico.

Esta tierra bajacaliforniana cuenta con varias casas vinícolas y viajeros nacionales e internacionales desean seguir su afamada Ruta del Vino. Sin embargo, en este itinerario se maridan recorridos por la propiedad de El Cielo Winery & Resort con una experiencia que incluye aprendizaje y un alojamiento lleno de confort.

No han dado las seis de la mañana y, en pleno verano, el sol ya salió. A lo lejos, se despide una tímida luna. Bien vale la pena desmañanarse para ver cómo esa luz naranja cubre los viñedos.

Ya habrá momento para descubrir todo el amor y esfuerzo que hay detrás de cada racimo de uvas de Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Cabernet Franc y otras variedades.

Sin duda, también hay que dejarse seducir por las sorpresas que el destino pone al alcance de los sibaritas.

"Cuatro días en el Valle te dan un muy buen parámetro para probar desayunos, comidas y vinos diferentes en lugares distintos. Casi el 50 por ciento de la gente que nos visita es repetitiva a la zona", dice Gustavo Ortega, director general de El Cielo.

No hace falta ser experto en vinos para gozar de una experiencia enológica.

En las diversas casas vinícolas siempre se tiene la oportunidad de aprender y educar al paladar mediante las degustaciones.

Conocer los vinos a...

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