Llega a los 75 ícono de Juchitán

AutorLourdes Zambrano

OAXACA.- Hace muecas, carraspea, rasca con sus uñas la mesa de madera... Para Francisco Toledo no es fácil responder si ha sido feliz. De hecho, no responde.

El viernes 17 de julio, el artista a quien Rufino Tamayo consideró su sucesor, llega a los 75 años, pero no es de los que se detienen a reflexionar sobre su vida.

¿Cómo se siente?, "Viejo", contesta.

"La vejez se ve y se siente. Pensé que podría haber llegado en mejores condiciones. He tenido accidentes, problemas físicos, entonces me siento disminuido", agrega.

El artista, un ícono de su Estado y de Juchitán, en donde vivió de niño, está sentado frente a una mesa en uno de los patios del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) y hace un esfuerzo introspectivo para esta entrevista.

"No sé qué significa eso que usted llama balance. Sí, he aportado algo a la comunidad, a mi comunidad, en Juchitán. Tal vez no lo he hecho tan bien como padre, y ahí es donde falla, el haberle dedicado tanto tiempo a las instituciones en lugar de a las familias", dice, mientras rasca con más fuerza la mesa.

Es discreto cuando habla de su vida familiar.

'POLÍTICO MEDIO CHAFA'

Casi a la par del inicio de su carrera pictórica, en 1958, empezó también su historia en el activismo.

Esto lo formalizó hace décadas, cuando fundó Pro Oax.

A pesar de que dice sentirse viejo, su energía para defender las causas que...

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