Logran rescate en Florida

Cuando los cuatro jóvenes se acomodaron como pudieron en su viejo automóvil, Lucas Benítez aceleró a fondo para apurar la milla que los separaba de la libertad.

El guerrerense manejó una milla en sentido contrario sobre la carretera federal de Immokalee, uno de los más importantes centros agrícolas de Florida.

Con las primeras luces de la madrugada, Benítez había rescatado a un grupo de migrantes mexicanos, de los cientos que laboraban en condiciones de virtual esclavitud en un campo de cítricos de la región.

"Tenía mucho miedo. Si nos veían los guardias armados se hubiera producido un enfrentamiento", recuerda el dirigente de la Coalición de Trabajadores de Immokalee, en entrevista telefónica.

"Los guardias estaban descuidados. Si los hubieran agarrado, les hubieran pegado con las cachas enfrente de todos los demás trabajadores como escarmiento".

La fuga destapó, en el 2001, uno de los más sonados casos de trabajo forzado en la historia reciente de EU.

Los migrantes rescatados decidieron testificar en contra de sus patrones y en noviembre del 2002 los hermanos Ramiro y Juan Ramos fueron sentenciados por un juez de distrito a 12 años de prisión y les fueron decomisados propiedades y bienes por un valor de 3 millones de dólares, luego de ser acusados de conspirar para mantener a sus trabajadores bajo "servidumbre involuntaria", de emplear a indocumentados y de usar armas de fuego durante la comisión de un delito.

La investigación del caso reveló que alrededor de 700 migrantes mexicanos y centroamericanos fueron reclutados en Arizona por los hermanos Ramos y trasladados a Florida. Una vez ahí, los indocumentados eran advertidos de que tenía que pagar, con su trabajo, una deuda de mil dólares y de que no podían...

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