Luchan por supervivencia del pejelagarto

AutorCarlos Marí

MURAL / Corresponsal

Villahermosa.- El pejelagarto es uno de los peces más identificados con la gastronomía tabasqueña y buscado por turistas, tanto nacionales como extranjeros, por sus supuestas propiedades afrodisiacas.

Sin embargo, cada día es más escaso, al grado de que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales lo tiene ya clasificado como una especie "deteriorada".

Ante ello, especialistas de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, en coordinación con autoridades locales, buscan poner en marcha programas para repoblar sus zonas nativas.

De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Sagarpa, entre enero y octubre del 2000 la producción de este pez exótico fue de 206.5 toneladas, mientras que en el mismo periodo del 2001, de 147.1 toneladas; es decir, 28 por ciento menos.

"Le hemos dado duro a la explotación del pejelagarto, sin haber repoblado sus zonas de reproducción; nos lo estamos acabando", reconoce Mario Romellón de Hoyos, jefe del Departamento de Acuacultura de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca.

El problema, admite el funcionario, proviene de la excesiva pesca furtiva, estadísticas no confiables de producción y falta de coordinación entre dependencias federales y estatales para implementar vedas o programas de evaluación de las poblaciones naturales.

Del pejelagarto, cuyo nombre científico es Atractosteus Tropicus, hay especies similares en Nicaragua, Costa Rica y Estados Unidos. En México hay similares en Chiapas, Campeche, Nuevo León, aunque la de Tabasco es la más codiciada por sus colores y sabor.

Tan típico es el pejelagarto, que es uno de los platillos más baratos. En un restaurante se puede comer uno asado, de 800 gramos, por sólo 40 pesos, y en el mercado, en ocasiones, el precio del kilogramo en pie llega a los 20 pesos.

En temporada, la explotación tradicional del pejelagarto es con el método de "chapaleo", que consiste en que los pescadores los cercan con redes y los golpean con sus remos y machetes; sin embargo, no todos los pescadores cuentan con las redes permitidas.

Según el subdelegado de la Sagarpa, Abel Palacios Posadas, aunque los reportes de las cooperativas indican que la producción se mantiene "estable", con un promedio de 15 toneladas mensuales, urge una repoblación, porque existe pesca furtiva.

Reconoce además que otra causa de la sobreexplotación del pejelagarto es que entre 1980 y 1996 se disparó la...

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