Luis Castillo / Cubrebocas futboleros
| Autor | Luis Castillo |
Ésta es una historia real, me pasó a mí. Pero también te podría pasar a ti si lo buscas lo suficiente. Este texto que asemeja a la ficción es una narrativa del mundo empresarial. Ese mundillo de los negocios en el cual jugamos los y las empresarias.
Corría el año de 2018. Estaba comiendo con mi amigo Luis Naranjo, empresario dedicado a la fabricación de salsas picantes.
Naranjo: "Hicimos una salsa en colaboración con un equipo de futbol y ha funcionado bastante bien". Yo: "Órale, y ¿cómo le hiciste?". Él amablemente me explicó. Ahí nació mi inquietud por tomar algunas licencias de equipos de futbol mexicano. No fue hasta dos años después que en la empresa nos animamos a concretarlo. Después de un cuidadoso análisis, decidimos ir con los dos equipos más populares del futbol mexicano. América y Chivas. Así empezó esta divertida aventura.
Tomar una licencia significa un compromiso, cuyas variables pueden ir más allá de tu desempeño empresarial. Por ejemplo, si el equipo va mal, las ventas bajan. Pero si van bien y tienes un excelente producto puedes conquistar el título. Afortunadamente la base de afición es fuerte, entonces es una apuesta controlada. Toda la clave es informarte bien a qué te comprometes y qué te da el club. Estos valiosos consejos me los dio una amiga que trabaja en otro club muy importante del futbol mexicano.
Era enero cuando estábamos cerrando contratos, acordando las regalías y poniendo a punto los productos que comercializamos bajo licencia de ambos clubes. No sabíamos todavía del coronavirus, no teníamos idea de la tormenta que estaba por llegar. De repente ya es marzo y tenemos productos y prototipos liberados, pero no hay liga, ni copa. Los partidos se juegan en FIFA para mantener a los aficionados entretenidos. Pero no es lo mismo. Los estadios están vacíos, no hay venta de boletos, la tabla está congelada. Lo que sí hay es incertidumbre, coronavirus, un bajón de la economía, pero eso sí, mucha pasión.
Es abril y nos encontramos en momentos difíciles. A la velocidad del contagio, las ventas de los productos tradicionales han caído. Tenemos que hacer algo. Todos estamos expectantes. "¿Es así la intensidad que se vive en la cancha?", me preguntaba.
Domingo 19 de abril, fecha decisiva. Entré a un condominio privado y en la caseta de vigilancia veo a un elemento de seguridad privada portando elegantemente una mascarilla (pirata) del América. Me dije a mí mismo: "Esto es una...
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